La música fue completamente en vivo. Cada instrumento y cada voz que sonó, fue sin necesidad de pistas de fondo... ¡Como en los viejos tiempos!
Villamil, Isaza, Simón y Martín subieron puntuales, a la hora prometida, respetando el tiempo de familias enteras que fueron a verlos. Este, como pocos en Medellín, fue un concierto para los niños.
Y cómo no, si canciones como ‘No se va’, ‘Date la vuelta’, ‘Besos en Guerra’, ‘Porfa no te vayas’, ‘Aprender a quererte’, ‘Mi suerte’, ‘Llamada perdida’ y ‘París’, entre otras que sonaron, solo hablan de amor o desamor, con letras muy limpias.
“Hacer conciertos por Colombia en estadios ha sido nuestro sueño por mucho tiempo, Medellín. No teníamos ni idea cuándo podría llegar este día, cómo se iba a ver, ni qué música iríamos a tocar, pero sí sabíamos que lo queríamos más que nada en el mundo y que no podíamos lograrlo solos. ¡Y ahí es donde entran ustedes!”, dijo muy emocionado el vocalista Juan Pablo Isaza.
El show estuvo muy relacionado con su último álbum de estudio, titulado ‘Antes de que amanezca’ y por eso la influencia en los efectos especiales.
Además de pirotecnia, luces y hasta globos de enorme tamaño, se apoyaron en un juego de drones que iluminó el cielo en varias ocasiones con el logo de Morat, con un cohete, con planetas y otros.
Para el final del recital, justo cuando terminaron de cantar ‘Faltas tú’, el cielo se iluminó con la frase “ya es mañana”, con lo que dieron a entender que ya despertaron del sueño ¡y lo cumplieron!
Y es que justo por eso, por primera vez en la historia, las multitudes fueron de pijama al estadio. Ese era el código de vestuario por la temática del concierto.
Otro de los momentos icónicos de la noche fue cuando subió Rigoberto Urán al escenario, intentó tocar un instrumento cumpliendo un reto que le pusieron los muchachos de Morat y aunque la música no es lo suyo, recibió la ovación del público.
También hay que decir que los cuatro integrantes de Morat se fueron dichosos de Medellín, toda la noche expresaron lo maravillados que estaban de ver nuestras montañas de fondo y la noche perfecta que hizo.
Incluso, por eso se animaron a tocar una canción más de lo presupuestado. Justo en la mitad del show interactuaron con el público para que ellos escogieran una canción entre tres opciones.
Las canciones se pintaban de colores y la gente votaba escogiendo el color en las pulseras que les dieron en la entrada. Como había un empate, decidieron cantar ‘No hay más que hablar’ y ‘Acuérdate de mí.
Finalmente, hacia las 11:30 de la noche se despidieron del público y siendo muy cercanos, recorrieron toda la tarima, se pudieron tomar fotos con algunos, firmaron objetos y se fueron sumamente emocionados.