Cuando se enfrentan Tolima y Medellín en instancias definitivas de la Liga colombiana no hay favorito: hay una historia escrita con sudor, goles y mucha paridad. Mejor dicho, no hay superioridad de ninguno. Y es que han hecho de sus compromisos en cuadrangulares una moneda al aire.
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Desde que se instauraron los torneos cortos en 2002, los pijaos y los rojos han protagonizado un duelo completamente igualado que convierte cada nuevo cruce en una batalla táctica, emocional y futbolística, sin margen de error. Más allá de los números que reflejan la paridad en victorias y goles celebrados (ver tabla), estos duelos suelen ser vibrantes, cargados de tensión y con la constante promesa de que algo importante está en juego: el paso a la gran final. Un verdadero anhelo del Poderoso.
