Zeus, un imponente perro de raza malamute, terminó muerto luego de una visita rutinaria a un spa canino en Medellín. Ahora, la propietaria del establecimiento tendrá que responder por el delito de maltrato animal.
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De acuerdo con la Fiscalía, los dueños de Zeus lo llevaron en diciembre pasado al spa para que lo bañaran y le cortaran el pelo. La rutina iba acorde a lo planeado, pero al momento de terminar, y mientras le estaban secando el pelaje, sufrió graves quemaduras que le causaron la muerte.
Cuando los dueños regresaron por él, notaron las graves lesiones en varias partes de su piel y, aunque intentaron llevarlo a un centro veterinario, el canino ya había fallecido.
Ahora, las autoridades investigan las condiciones en las que murió el animal para determinar las causas de las tremendas lesiones y si se trató de un descuido o un caso de negligencia por parte de la mujer al no verificar las condiciones para prestar el servicio ni poner atención al dolor que estaba experimentando el canino al momento de los hechos.
Tras la denuncia hecha por la familia de Zeus y las pesquisas iniciales de la Fiscalía, a través del grupo especial para la lucha contra el maltrato animal (Gelma), a Daniela Mejía Ruiz, la dueña del establecimiento, le imputaron el delito de maltrato animal.
De ser hallada culpable, podría enfrentarse a una pena de entre 1 a 3 años de cárcel, además de multas de 5 a 60 salarios mínimos legales mensuales e inhabilidad para el ejercicio de profesiones relacionadas con animales.
La mujer imputada no aceptó el cargo formulado por el ente acusador y permanece en libertad mientras se lleva a cabo el respectivo proceso.
Hay antecedentes
Nada más el año pasado, la Fiscalía logró la condena de 54 personas e imputación de 39 más por haberle causado daño a un animal en Antioquia.
Uno de los casos más recientes ocurrió en noviembre del año pasado en Itagüí, donde un hombre fue capturado, luego de ser acusado de aplicarle la eutanasia a una perrita embarazada, de nombre Alma, que había sido rescatada recientemente y estaba completamente sana; sin embargo, salió del centro muerta.
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Los hechos ocurrieron en un reconocido centro veterinario del centro de la ciudad donde, de acuerdo con líderes animalistas de la región, ya se habían presentado situaciones similares con caninos que eran supuestamente adoptados y llevados allí para practicarles la eutanasia sin justificación médica.
