Un trabajo de hermandad que se ha visto durante décadas en Medellín, con esa fortuna ha contado la música tropical, hecha con talento colombiano y venezolano. Y Medellín ha sido ese epicentro artístico donde ambos países han demostrado de qué están hechos. La Orquesta La Pascasia es un ejemplo de la esencia que nos regala la música tropical y caribeña, hecha en nuestra región.
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Éxitos de siempre
El movimiento migratorio que hemos vivido en diferentes generaciones ha sido la base para que se dé este trabajo conjunto. Al menos así lo percibe Juan Fernando Giraldo, director del centro cultural La Pascasia: “El patrimonio musical de composiciones colombianas siempre ha resultado atractivo para los venezolanos. Entre ambas culturas ha habido un complemento muy bonito que da como resultado esos éxitos de siempre en agrupaciones y artistas como Lucho Bermúdez, Pacho Galán, La Billo ‘s Caracas Boys, Los Melódicos, entre muchos otros”.
Para que esa magia no se pierda, La Pascasia tiene un ciclo de conciertos, los últimos viernes de cada mes, llamado El Porro es Legal. “En esta estrategia manejamos dos líneas de trabajo: preservación del patrimonio y cómo generar nuevas músicas. Es decir, en dichos espacios nos encontramos con las nuevas generaciones de la música y cómo ha sido su transformación”, agrega el Director.
Desde Venezuela
Pablo Fernando Briceño es el vocalista de la Orquesta La Pascasia. Viene de Barquisimeto, Venezuela, y hace nueve años que vive en Medellín. Además de artista, Pablo es un beisbolista profesional. “Nunca me imaginé que al llegar a esta ciudad también tendría las puertas abiertas en el deporte. He participado y sido campeón de diferentes eventos acá y a nivel internacional”, dice el cantante.
Asegura que la Orquesta La Pascasia ha sido una universidad para él. Hoy en día tiene su propia agrupación llamada El Son de Pablo, donde también hace honor al porro y a la música tropical. “Vivo agradecido porque en estas orquestas comparto con los mejores músicos de Antioquia. Y lo digo con mucho respeto”.
Desde los 14 años está en los escenarios y por eso su voz es digna de representar un género que nos acompañará, ojalá, por toda la vida. “Las dos culturas tienen obras maravillosas y cuando nos juntamos hay un sentir y un respeto, por eso son éxitos. Esa es la misma arepa (risas)”, expresa.
A azotar baldosa con Pablo y La Pascasia, una dicha que solo nos da esta buena música.
Agéndese con La Pascasia: Este viernes 30 de agosto se cumplirá otra cita con el ciclo de conciertos El Porro es Legal, en el que se hará un recorrido por las piezas más representativas de este género. Será a partir de las 9:00 p.m. en la nueva sede de la Pascasia, diagonal al Teatro Matacandelas. Informes y boletería: @lapascasia en Instagram.
