Bien dicen que la justicia cojea pero llega, y eso fue lo que pasó con el caso de José Luis Lemos Vélez, quien esta semana fue condenado por el homicidio de un testigo de la Fiscalía ocurrido en Medellín en 2009, luego de ser capturado por el presunto abuso sexual de varias de sus estudiantes.
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De acuerdo con la investigación, el 1° de junio de 2009 en el barrio Belén, Lemos atacó con arma de fuego a la víctima, quien estaba participando como testigo de la Fiscalía en una investigación contra varios integrantes de una banda delincuencial.
Minutos después, la Policía lo capturó y le encontró rastros de sangre del occiso en su ropa y en la moto que iba manejando, evidencias que fueron claves para que lo condenaran por homicidio.
Sin embargo, la defensa apeló la decisión ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Medellín, y el hombre quedó en libertad.
Capturado por otro crimen
En los siguientes 16 años, Lemos continuó con su vida y comenzó a trabajar como profesor de natación en Medellín hasta llegar a impartir clases para la Liga Antioqueña de Natación.
Sin embargo, a mediados de este año, tres de sus estudiantes, de 8, 9 y 15 años, lo acusaron de abusarlas sexualmente en distintas ocasiones, por lo que, luego de la respectiva investigación fue capturado el pasado 9 de mayo y acusado de los delitos de acto sexual violento y actos sexuales con menor de 14 años agravado.
Paralelo a esta investigación, las autoridades judiciales pudieron avanzar en el proceso pendiente por homicidio, que finalmente resultó en una condena de 17 años y 11 meses de prisión.
Por el momento se desconocen los avances de la investigación por abuso sexual, que tendrá que atravesar mientras purga la pena impuesta.
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