En Támesis, ese municipio hermoso del Suroeste antioqueño, donde la montaña abraza a la gente y la historia se respira en cada camino, hoy se está escribiendo un capítulo importante. Sus famosos petroglifos, esos grabados ancestrales que han sobrevivido siglos enteros, podrían convertirse en Patrimonio Cultural de la Nación. ¡Y con toda la razón!
Le puede interesar: ¡Un platal! Incautaron 80 kilos de pólvora en Bello; esto es lo que cuesta
Q’HUBO habló con el alcalde Juan Pablo Pérez y el concejal Jorge Mario Cadavid Aguirre, dos tamesinos que se han puesto la camiseta para mostrarle al país lo valioso que es su municipio. Ellos, junto a varios congresistas, radicaron en la Cámara de Representantes un proyecto de ley que busca que estos tesoros de piedra reciban una protección especial y, además, crear el Santuario Rupestre del Cartama, una figura que abarcaría todo el territorio del municipio.
La propuesta llegó a Bogotá con el respaldo del representante Juan Fernando Espinal y los senadores Paola Holguín y Esteban Quintero. El texto legislativo pide que los petroglifos sean reconocidos oficialmente como Bien de Interés Cultural de la Nación, lo que abriría la puerta a investigaciones más rigurosas, planes de protección y presupuesto para cuidar este patrimonio que no solo es de Támesis, sino de todos los colombianos.
El proyecto establece que el Ministerio de las Culturas debe crear un Plan de Manejo Arqueológico de la mano del Instituto Colombiano de Antropología e Historia. Este plan incluiría investigación continua, rutas protegidas, zonas donde el acceso debe ser limitado y la llegada de turismo responsable que aprenda y respete. Todo pensado para que las generaciones futuras también puedan maravillarse con estas piedras que guardan tantas historias.
Y no es para menos: estudios académicos hablan de más de 120 rocas con alrededor de 1500 grabados. Algunos expertos incluso creen que estos diseños podrían estar ligados a rituales y alineaciones astronómicas de nuestros antepasados. Eso demuestra que el pueblo tamesino no solo cultiva buen café y hace uno de los mejores chocolates del país, sino que también guarda uno de los patrimonios arqueológicos más ricos de Colombia.
El Santuario Rupestre del Cártama abarcaría los 246 kilómetros cuadrados del municipio e incluiría estrategias para capacitar guías, regular flujos de visitantes y promover la marca ‘Támesis, patrimonio vivo de Colombia’, una forma de mostrarle al mundo todo lo que este rincón tiene para ofrecer.
Durante la radicación, las autoridades locales no ocultaron el orgullo. “Este es un paso histórico para Támesis y para Colombia”, dijeron emocionados. Y es que sí: cuando un pueblo cuida su historia, está sembrando futuro.
Ahora el proyecto iniciará su camino en el Congreso. Serán cuatro debates, pero mientras tanto, en Támesis ya late la esperanza de que sus piedras sagradas reciban por fin el reconocimiento que se merecen.
Puedes acceder a más información relacionada visita nuestra sección Local.