Dos semanas después de la tragedia de la discoteca Jet Set en República Dominicana, en el que murieron más de 220 personas, el dueño del centro de entretenimiento salió a dar la cara en medios de comunicación, donde explicó que el techo ya tenía un serio deterioro y que “los plafones se caían todo el tiempo”.
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El dueño de la discoteca es el reconocido empresario Antonio Espaillat, quien desde el primer momento de la tragedia se puso a disposición de las autoridades. En una reciente entrevista con el medio Telesistema reconoció que dueños y administradores eran conscientes de que el techo tenía serios daños estructurales.
“Siempre en el edificio hubo filtración. Incluso, cuando lo compramos a finales de los años 1980 tenía filtraciones”, expresó el responsable del popular club nocturno.
Afirmó, adicionalmente, que ellos cambiaban todo el tiempo los plafones, pero estos seguían deteriorándose y nunca hubo un control estricto de las autoridades.
“Teníamos el techo en plafón de yeso y siempre se nos caía los plafones de yeso. Por eso el polvillo blanco del yeso (Se caía) por la filtración, el agua de los aires acondicionados. No nos dábamos cuenta porque los plafones de yeso no se abomban. Los plafones de yeso absorben toda el agua, el yeso se pone pesado y cae”, continuó diciendo.
Por su parte, las autoridades anunciaron la apertura de una investigación y la conformación de un comité de expertos nacionales e internacionales para determinar posibles responsabilidades. Adicionalmente, Espaillat está enfrentando una denuncia por homicidio involuntario interpuesta por familiares de las víctimas
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Cabe resaltar que la discoteca tenía capacidad para 550 personas sentadas y, de acuerdo con el testimonio de sobrevivientes y antiguos clientes, se veía como caían pedazos del techo antes de la tragedia. Ese día el lugar se encontraba a reventar, pues se estaba presentando el famoso merenguero Rubby Pérez.
Por el accidente fallecieron el famoso cantante, dos jugadores de béisbol de las grandes ligas y la gobernadora de la provincia de Montecristi, Nelsy Cruz. Además, perecieron 18 venezolanos, tres hispano-dominicanos, dos franceses, un haitiano, una colombiana, un italiano, un keniano y una costarricense.
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