Colombia, un país donde el 66 % de nosotros ha lidiado con rollos de salud mental, y donde la ansiedad, la depresión y esa sensación de ‘desconexión’ no paran de crecer, hay una luz al final del túnel que muchos están explorando: la sanación energética.
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Es que, no es un secreto para nadie que cada experiencia, cada emoción que vivimos, se nos graba en el cuerpo, no solo en la mente. Esas heridas viejas, los dolores que no soltamos, los traumas escondidos, todo eso se nos acumula en el campo energético y nos condiciona el presente.
Y justo en este momento, cuando más lo necesitamos, aterriza en Colombia el reconocido chileno y guía energético Miguel Miranda. No es un improvisado; con más de 18 años de experiencia, Miguel se ha ganado un nombre como sanador y canalizador, alejándose de los clichés, gracias a su sabiduría ancestral y esa sensibilidad para guiar procesos de transformación. Viene con una gira de sanación que culminará con el lanzamiento de su proyecto ‘Ancestral’, un lugar pensado para que la gente se reconecte con su energía, sane por dentro y despierte la conciencia.
“Colombia tiene una herida profunda, pero también una sabiduría ancestral inmensa. Es tiempo de recordar quiénes somos y sanar desde adentro para transformar nuestro entorno”, nos dice Miguel Miranda.
Su visión para ‘Ancestral’ (que, por cierto, será un hotel energético en Chile, con reservas ya agotadas para su apertura en 2025) es que sea un espacio sagrado donde la gente pueda escucharse, reconectarse y, como él dice, ¡florecer! Y eso mismo, según él, lo decreta para Colombia.
Sanar no es olvidar: es reencontrarse con tu energía
¿Qué significa sanar emocionalmente para Miguel Miranda? Pues, no es tapar lo que pasó ni reprimir lo que sientes. ¡Todo lo contrario! Es reconocer lo vivido, entenderlo desde el amor y, finalmente, soltarlo con conciencia. Con su guía, este camino se convierte en un viaje para volver al equilibrio, donde cada emoción tiene su razón de ser y cada experiencia te deja una sabiduría.
Según Miguel, cuando logramos armonizar nuestro campo energético, todo se aclara: sabemos quiénes somos, hacia dónde vamos y qué necesitamos cambiar. Es como soltar el “ego” y volver a conectar con esa “energía universal” que llevamos dentro. Él es enfático: “siempre la invitación será a volver a creer que los seres humanos no son perfectos, ya que la perfección no permite el aprendizaje”.
Y es que para Miranda, las emociones no solo se sienten; se nos graban en el campo energético. Con el tiempo, esto puede crear “cargas invisibles” que nos bloquean, afectando el flujo natural del cuerpo, la claridad mental y espiritual, y hasta nuestra salud física, que hoy por hoy está plagada de enfermedades “comunes”.
Miguel Miranda, con su misión de integrar la energía personal, el reconocimiento espiritual, la medicina energética y las prácticas ancestrales, nos recuerda nuestro poder interior. Y con su visita anual a Bogotá, donde se reúne con un grupo selecto para hablar de la importancia del manejo emocional en 2025 (un año “decisivo para la humanidad”), nos invita a todos a volver al corazón, a la tierra y a nuestras raíces. Porque al final, sanar no es solo algo personal, es un acto de amor que nos beneficia a todos como sociedad.
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