De acuerdo con la Fiscalía, hasta el salón de clase habría llegado Silva Góez con otros dos sujetos y, tras identificarse como miembros de la Sijín de la Policía, habrían esposado al joven de 17 años contra quien, supuestamente, recaía una orden de captura.
Cuando los tres sujetos, quienes estaban de civil, intentaron llevarse al muchacho, el docente y los demás testigos no lo permitieron porque nunca les mostraron ni la orden judicial ni la identificación de los policías.
Durante el falso operativo, al menor de edad le quitaron dos celulares, un bolso con documentos y plata en efectivo, todo avaluado en más de $ 7 millones.
El ente investigador explicó que como en el sitio no les dejaban llevarse al supuesto detenido, los sujetos pidieron apoyo a un CAI. Entonces varios uniformados llegaron al lugar y al verificar que no había orden de captura arrestaron al subintendente Silva Góez.
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Posteriormente, el menor lo identificó y puso la denuncia en contra del policía, quien en el momento de los hechos estaba de vacaciones y que, al ser presentado en audiencias ante un juez, no aceptó los cargos que le imputaron por los delitos de secuestro simple, hurto calificado y agravado y abuso de funciones públicas.
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