En el barrio Los Naranjos, zona industrial de Itagüí, desde el martes hace falta uno de sus personajes más emblemáticos del sector: Francisco Javier Escobar Ramírez, más conocido como el Flaco.
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Este hombre, de entre 50 y 55 años, se había convertido en el parcero de todos los mecánicos de la zona, pues pasaba sus días entre lavar carros, ayudar a pintar las latas de los vehículos que llegaban para quedar bien titinos y hacer mandados a los vecinos. Con esto se ganaba la vida y el cariño de quienes por años lo vieron pasar de un lado para otro.
A el Flaco o Pacho, como también le llamaban, lo encontraron sin vida dentro de un camión que hacía pocos días había salido de los patios del municipio e iba a empezar un proceso de mantenimiento para regresar a las carreteras.
Sucedió sobre la 1:40 de la tarde del pasado martes, en la carrera 46 con calle 53, después de no haber tenido noticias de él desde el pasado viernes cuando pidió permiso para dormir en el vehículo.
La última comida
Cuenta un trabajador que ese día, sobre las 6:00 p.m., luego de finalizar la jornada laboral, lo invitó a comer a un restaurante del sector. Estando en el sitio, se dio cuenta de que a el Flaco le estaba doliendo el pecho, por lo que le dijo que fueran a la farmacia a buscar algún medicamento, pero este se negó.
Cuando terminaron de comer, recuerda el trabajador, se despidieron como de costumbre, pues al otro día había que madrugar.
Lo encontraron tres días después
Durante el puente festivo en el barrio se trabajó como de costumbre, pero Escobar Ramírez nunca apareció. Se pensó que se había ido para donde una de sus hermanas, como lo hacía de vez en cuando, por lo que su ausencia no prendió las alarmas.
Finalizando la mañana del martes, y al ver que seguía sin aparecer, uno de los trabajadores decidió revisar la cabina del camión, hallándolo acostado y tapado con una cobija.
Recuerda que le tocó los pies para despertarlo, pero el Flaco no le respondió. Decidió dar la vuelta y llamarlo nuevamente, pero al tocarle la cara, se dio cuenta que había fallecido.
La muerte de el Flaco fue reportada a las autoridades que se encargaron del levantamiento y de realizar su traslado a Medicina Legal para entregarlo a sus hijos y esposa.
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“Se fue el flaquito”, dijo un mecánico con los ojos aguados al recordar que hacía unos 20 días le habían celebrado el cumpleaños en la cuadra.
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