“La aguapanela es la excusa perfecta para acercarse a la gente, porque sabe a casa”, así define César Leguizamón, líder de la fundación Aguapaneleros Medellín, la labor que ha hecho esta corporación por más de 30 años con habitantes de calle en la ciudad y que está en riesgo de desaparecer por falta de recursos.
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Aguapaneleros nació en 1991, como una respuesta de varios jóvenes a la problemática del hambre en la población desplazada por la violencia en el centro de la ciudad. Se recorrían las calles entregando aguapanela con pan a familias necesitadas.
“Con el tiempo estas familias se fueron yendo, pero los voluntarios se dieron cuenta que la situación de los habitantes en y de calle era preocupante, entonces ya empezaron a buscar habitantes de calle para hacer las entregas de los alimentos y con el tiempo empezaron a visitar los sitios de concentración de ellos”, explicó Leguizamón.
Desde entonces, los jueves se han convertido en un día especial para los habitantes del conocido sector del ‘Bronx’, donde se concentra la mayor población de habitantes de calles en la ciudad, porque un grupo de voluntarios de Aguapaneleros llega con olladas de aguapanela y bolsadas de pan para compartir con ellos. Cada semana atienden entre 1500 y 2000 personas.
Pero esto no se trata de una mera entrega de comida, para muchos es la oportunidad de compartir y conversar.
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“Ellos todo el día están con una armadura porque todo el mundo los ataca o los quiere invisibilizar, entonces la aguapanela y el pan es la excusa para conversar con ellos. Y ellos más que hacer la fila por la comida la hacen por conversar con nosotros. Tal vez esa es la única opción que tienen de hablar con alguien de manera sincera”, contó César.
Durante 34 años las jornadas de ‘Aguapaneleros de la Noche’ se hicieron de manera interrumpida hasta hace dos semanas, cuando se dieron cuenta que no tienen suficientes recursos para continuar.
“Mucha gente se ofrece a donarnos los materiales, pero la verdad es que nosotros como fundación también tenemos otros gastos para los que necesitamos efectivo. Algunos donantes no nos han podido colaborar y eso afecta los programas. Es duro decirlo pero necesitamos ese dinero para sostener la fundación y todo lo que pensamos hacer con los muchachos no se puede hacer con aguapanela y pan”, explicó César.
Por eso, han lanzado una campaña para recoger,por lo menos, $ 15 millones de pesos que les ayudarán a solventar deudas como pago de servicios, arriendo y servicios de la Fundación Sobriedad, que es la que apoya con procesos terapéuticos y de rehabilitación de los habitantes de la calle que deciden dejar las adicciones a través de los Aguapaneleros.
Si usted desea donar para que se continúe con esta bonita labor, puede hacerlo a través de las redes sociales de la Fundación o en el Nequi 304 214 7317.
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