La automedicación es una práctica común, pero extremadamente peligrosa. Consumir medicamentos sin la supervisión de un médico puede tener consecuencias graves para la salud, desde efectos secundarios leves hasta complicaciones médicas importantes.
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¿Por qué es tan peligrosa la automedicación?
Efectos secundarios: los medicamentos pueden interactuar entre sí y con otros alimentos o sustancias, causando efectos secundarios no deseados.
Resistencia a los antibióticos: el uso inadecuado de antibióticos puede generar resistencia bacteriana, lo que dificulta el tratamiento de infecciones futuras.
Enmascaramiento de enfermedades: la automedicación puede enmascarar los síntomas de enfermedades más graves, retrasando el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Intoxicaciones: consumir una dosis incorrecta o un medicamento inadecuado puede provocar intoxicaciones graves.
