El 2023 fue preocupante para la comunidad LGTBIQ+. Según un informe de la Corporación Caribe Afirmativo, de 20 homicidios ocurridos en Antioquia ese año, cinco corresponden a personas migrantes de origen venezolano que pertenecen a esta población, un dato de la Fiscalía y Medicina Legal. Esto hace que el departamento sea el segundo con más número de casos; el primero es Valle del Cauca, con un total de 30.
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Un falso paraíso
Perseguida por personas que pensaban diferente a ella, Charloth tomó la decisión de abandonar su tierra y migrar hacia Colombia. Oriunda del estado de Zulia, Venezuela, esta mujer trans ejercía allí como trabajadora sexual, según ella, por la mala situación económica que atravesaba con su familia.
Desesperada y con miedo de exponer a sus seres queridos, Charloth atravesó la frontera con el ideal de comenzar una nueva vida. “Hace cuatro años que vivo en Medellín, una ciudad que tiene sus altibajos, en especial para las personas migrantes”, expresa Charloth, quien hoy tiene 30 años de edad.
La realidad que se encontró fue muy distinta a la que habitaba en su mente. Medellín no era el paraíso para la comunidad LGTBIQ+. “Me encontré de frente con la xenofobia y la falta de oportunidades laborales. Así que me tocó seguir con el trabajo sexual para sobrevivir en el día a día”.
Con tristeza, dicha migrante se dio cuenta de que en esta ciudad, y en otras regiones del país, la violencia hacia las personas LGTBIQ+, sin importar su nacionalidad, está muy marcada y, en ciertos casos, ya normalizada.
“Creí que tendría una vida llena de respeto y tolerancia, pero me encontré con una realidad muy diferente”, Charloth.
Desplazada en la ciudad
Suena raro, pero a Charloth le tocó experimentar la migración dentro de la migración. “Nos ubicamos en algún territorio o espacio de la ciudad y sufríamos el desplazamiento por parte de las autoridades o de las mismas trabajadoras sexuales que se apoderaban del lugar y no nos dejaban trabajar, exponiéndonos a maltratos y violencia. Así que teníamos que migrar a otros lados”, comenta.
Para no salir más a las calles y exponerse a tanto peligro, esta venezolana se dedica hoy a ser modelo webcam, oficio que le evita estar en las calles como lo hacía antes. “Mi sueño es montar un emprendimiento gastronómico, que me permita vivir con dignidad y quedarme en una bonita y agradable ciudad como lo es Medellín”.
5 de 20 personas LGTBIQ+ asesinadas en Medellín eran migrantes venezolanos.
¿Qué opciones tiene Charloth?
Wilson Castañeda Castro, director de la Corporación Caribe Afirmativo, afirma que “la ausencia de políticas de atención migratoria hace que muchos migrantes lleguen a Colombia y, al encontrarse que no hay garantías, siguen su camino hacia Ecuador, Chile o hacia el Tapón del Darién para continuar a Norteamérica”.
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En el caso puntual de Medellín, Wilson explica que “es una ciudad con vocación de permanencia, donde los migrantes toman la decisión de construir sus proyectos de vida. Es por eso que en esta ciudad se deben buscar más estrategias para combatir la xenofobia, especialmente con la comunidad LGTBIQ+”.
“En Medellín y en Colombia hay ausencia de políticas de atención migratoria, hecho que produce más migración a otros países”, Wilson Castañeda.