El fútbol tiene un lenguaje común que une generaciones, pero que también, durante años, fue escenario de divisiones y conflictos. Hoy, ese mismo lenguaje se ha transformado en una herramienta para educar, dialogar y convivir.
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Cultura del Fútbol, una estrategia liderada por la Secretaría de Seguridad y Convivencia de Medellín, ha logrado convertir la pasión en un escenario pedagógico. Desde 2024, esta iniciativa busca transformar la forma en que la ciudad vive el deporte más amado, promoviendo el respeto, la tolerancia y la empatía entre hinchas, familias y comunidades.
“Medellín decidió entender el fútbol como una oportunidad para educar en valores. La seguridad también se construye desde la convivencia, desde el respeto al otro, desde el juego limpio dentro y fuera de la cancha”, afirma el secretario de Seguridad y Convivencia, Manuel Villa Mejía.
De la rivalidad a la convivencia
Durante años, las emociones alrededor del fútbol en Medellín se desbordaron más allá de los estadios. Las diferencias entre hinchas de Nacional y del DIM se extendieron a los barrios, generando tensiones que en ocasiones terminaron en riñas o disturbios. Ante ello, la Alcaldía de Medellín apostó por una estrategia distinta: transformar la cultura futbolera desde la educación y la presencia territorial.
Así nació Cultura del Fútbol, una propuesta integral que promueve la convivencia desde las canchas comunitarias, los colegios y las tribunas. En articulación con el Índer, la Policía Metropolitana, las Secretarías de Cultura Ciudadana y Educación, así como los clubes profesionales, la iniciativa busca devolverle al fútbol su sentido social: unir en lugar de dividir.
A la fecha, el programa ha llegado a más de 10 comunas y 2 corregimientos del distrito, generando espacios de formación ciudadana, torneos pedagógicos y actividades artísticas con enfoque de convivencia.
Canchas que educan
En el Popular y Aranjuez, jóvenes grafiteros y entrenadores se han sumado al proyecto con murales y charlas sobre respeto y mediación. En Castilla y la Doce de Octubre, los torneos barriales culminan con pactos simbólicos de no agresión, mientras que en la comuna 13, exintegrantes de barras rivales hoy juegan en el mismo equipo, demostrando que el balón puede reconciliar historias.
En los corregimientos de San Cristóbal y San Antonio de Prado, Cultura del Fútbol ha llevado el mensaje de convivencia hasta las canchas rurales.
Tecnología y articulación
El éxito de la estrategia también descansa en la articulación institucional. Desde el Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad (SIES-M), los visualizadores del 123 monitorean en tiempo real las zonas de influencia futbolera y alertan sobre cualquier situación de riesgo. La tecnología se convirtió en aliada del respeto: cámaras, radios y canales digitales se suman a la pedagogía ciudadana.
Esta coordinación entre instituciones ha permitido que los eventos futbolísticos en Medellín sean hoy más seguros. Las cifras respaldan el avance: los incidentes violentos asociados a partidos se han reducido notablemente mientras aumentaron los espacios familiares y las jornadas sin riñas.
Un balón que enseña
Muchas personas han participado directamente en las actividades de Cultura del Fútbol. Los talleres sobre manejo de emociones, liderazgo, resolución de conflictos y respeto a la diferencia son parte del entrenamiento. La estrategia también ha fortalecido el liderazgo juvenil. Decenas de jóvenes que antes pertenecían a barras hoy se han formado como mediadores de conflictos y promotores de convivencia.
Hinchas y clubes que se unen
Cultura del Fútbol también es diálogo. Las barras organizadas Los del Sur y Rexixtenxia Norte participan activamente en mesas de trabajo con la Alcaldía y la Policía Metropolitana, donde se construyen acuerdos para garantizar el respeto en los estadios y los desplazamientos.
Los clubes Atlético Nacional y Deportivo Independiente Medellín son aliados permanentes del programa. A través de sus fundaciones y escuelas de formación, promueven valores de convivencia y actividades conjuntas que reúnen a hinchas de ambas escuadras en jornadas comunitarias.
En los alrededores del estadio Atanasio Girardot, los gestores de convivencia de la Secretaría acompañan cada evento deportivo. Allí se distribuyen mensajes pedagógicos y se promueve la idea de que el fútbol puede ser una fiesta de respeto y ciudadanía.
Más que deporte, ciudadanía
El propósito de Cultura del Fútbol trasciende lo deportivo. Se trata de una apuesta por la cultura ciudadana y la prevención social. En cada cancha intervenida, el mensaje es el mismo: jugar limpio, cuidar la vida y reconocer al otro como parte del mismo equipo.
Medellín ha demostrado que se puede transformar la manera de vivir el fútbol. Lo que alguna vez fue motivo de rivalidad, hoy es símbolo de unión. En las canchas del Popular, en los pasillos de la comuna 13 o en los cerros de San Cristóbal, el balón rueda con un nuevo significado: el de la convivencia como la mayor de las victorias.
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Y cada vez que un niño levanta la vista y celebra un gol junto a su compañero de otro equipo, Medellín celebra también. Porque la verdadera victoria está en la educación, en la empatía y en la paz que se juega todos los días, en cada esquina y en cada cancha de esta ciudad que decidió convertir su pasión en convivencia.
*Contenido en colaboración con la Alcaldía de Medellín.
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