Medellín se paralizó, el Atanasio explotó, pero el gol nunca llegó. Atlético Nacional e Independiente Medellín empataron 0-0 en el primer round de la final de la Copa Colombia, en un clásico bravo, trabado y con más choque que fantasía.
Antecedente: ¡Qué truene el Atanasio! Verdes y Rojos van por la Copa Colombia
Nacional fue el que puso la música y llevó el ritmo. Tocó, empujó y se arrimó varias veces, pero cuando tuvo que meterla, falló. La pelota pasó cerca, besó el área, pero no quiso besar la red. Así es el fútbol.
El DIM, en cambio, se paró firme atrás y aguantó el chaparrón. Y cuando el Verde apretó de verdad, apareció el que tenía que aparecer. Washington Aguerre se hizo gigante bajo los tres palos y se convirtió en el muro rojo de la tarde. Sacó de todo y dejó el arco en cero.
Como buen clásico paisa, hubo roces, empujones y reclamos. El juez dejó pegar más de la cuenta y eso calentó los ánimos. Nadie regaló nada y cada balón se peleó como si fuera el último.
Con el empate, no hay cuentas claras. La Copa quedó en veremos y todo se define en el partido de vuelta. El que gane levanta el trofeo, así de simple. Nacional quiere sumar otra copa y el Medellín sueña con dar el golpe final.
Por ahora, la final sigue viva. Esto no se acabó y el próximo clásico será a muerte (miércoles, 17 diciembre a las 7:30 p.m.), con la ciudad entera agarrada del celular y el corazón en la mano.
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