Desde un solar hasta un invernadero: la familia Estrada convierte su pasión por las orquídeas en un próspero negocio en San Antonio de Prado.
Todo comenzó en un solar, en donde las orquídeas eran tan agradecidas que hasta se salieron de control. Pero eso no fue preocupación para Giselly Estrada y su familia, unos verdaderos apasionados por esta flor nacional.
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Las orquídeas no han sido casualidad en las vidas de estos emprendedores. Giselly cuenta que la pasión por las plantas viene desde los abuelos de su esposo.
“El responsable de todo esto ha sido mi esposo, porque en su familia toda la vida hubo orquídeas: la abuelita, la tía, la mamá, el padrino... Él heredaba las plantas y de ahí arrancó con la fascinación. Cuando nos casamos, yo seguí aprendiendo a su lado, pero para él era algo más grande, se convirtió en un sueño”.
Más que una simple colección, estas orquídeas comenzaron a ser el sustento de la familia. Chao solar, había que trasladarse a un espaciomás amplio. “Nos tocó salir a buscar otro lugar. Un primo mío nos prestó un pedazo de su finca y ahí continuamos cultivando hasta que se nos dio la oportunidad de tener este espacio”, agrega la empresaria.
El lugar del que habla está ubicado en la vereda Astilleros de San Antonio de Prado, un corregimiento que posee una tierra ni mandada a hacer para que las orquídeas muestren sus mayores atributos. Allí hay un pequeño laboratorio donde se pueden ver tejidos verdes en frascos de todos los tamaños, marcados rigurosamente con nombres científicos y números de serie.
Los pequeños retoños de orquídeas germinan con la luz y la humedad adecuadas para luego convertirse en plantas maravillosas; ninguna se parece a la otra, cambian en una pinta, una forma, un tamaño o un olor.
Estas orquídeas se exhiben como en un museo sobre estanterías de madera a lo largo de uno de los corredores de la casa. Ya tiene más de 200 especies.
Tanto ha sido el crecimiento de la empresa Orquídeas Astilleros que actualmente aplican la técnica in vitro (experimentos o técnicas que serealizan en un ambiente controlado). “Mi esposo se ha dedicado al invitro. A mi hija le gusta mucho la parte de las ventas y el mercadeo. Cada uno tiene algo en lo que participa, nos complementamos dealguna forma”, agrega Giselly.
Cuando buscaban alternativas para tener un invernadero que les permitiera continuar con la producción de orquídeas, la Alcaldía de Medellín les presentó la línea de crédito rural, un proyecto que hace parte del Programa Distrital Agropecuario 2024 – 2027, gestionado porel Banco Distrital.
“Esto nos garantiza seguir creciendo, porque la metaes desarrollar nuestra empresa paso a paso y, para ello, lainfraestructura es muy importante”.
En este paraíso de San Antonio de Prado se alza un amplio invernadero de 300 metros cuadrados. Aún está vacío, pero cuando Giselly lo recorre puede verlo lleno de orquídeas y de otras tantas plantas que, como sus sueños, también tendrán espacio para habitarlo.
La Alcaldía de Medellín, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico cuenta con el Banco Distrital, un programa social que otorga créditos a emprendedores y empresarios que ya tienen su unidad productiva de negocio, en los estratos 1, 2, 3 y 4.
Dicho programa se creó con el fin de combatir el llamado gota a gota en la ciudad con una de las tasas de interés más bajas del mercado. Mayor información: Línea WhatsApp Flor: 301 604 44 44, o puede acercarse al Banco Distrital de Medellín, ubicado en la carrera 52 A #44 – 08, Edificio Vásquez, Parque de las Luces, al frente de La Alpujarra.
*Colaboración Banco Distrital
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