Su abuelo fue a trabajar y el niño quedó bajo el cuidado de una tía y una prima, pero tal vez esa curiosidad del niño lo llevó hasta una botella de gaseosa.
No se sabe cómo logró destaparla, lo cierto es que alcanzó a beber el líquido en la botella, pero resulta que no era gaseosa, sino un potente herbicida, de alta toxicidad para humanos y animales.
Evidenciado el caso, el pequeño fue remitido de urgencia al hospital de Turbo, distante a unos 20 minutos del lugar donde se encontraba, pero desde allí fue remitido el lunes pasado al hospital San Vicente Fundación, donde pese a la atención médica no fue posible salvarle la vida a Anthony, quien murió el miércoles anterior en este centro asistencial de la capital antioqueña.
¿Qué fue lo que tomó?
De acuerdo con un reporte judicial conocido por Q’HUBO, el niño ingirió un herbicida llamado Gramoxone, cuyo componente base es paraquat, el cual tiene un efecto casi que inmediato en la eliminación de maleza y para quemar cultivos indeseados, a la hora de preparar el terreno de siembra.
El doctor Jorge Marín, médico toxicólogo clínico, explicó que la sustancia es muy efectiva si se usa para lo que es, pero particularmente no daña el medio ambiente, pues se inactiva al contacto con el suelo.
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No obstante, el profesional advirtió que es una sustancia de altísima toxicidad. “Para su efecto es muy bueno, pero cuando un ser humano o un animal entra en contacto con la sustancia, pues va a generar una gran toxicidad”, dijo el experto, al indicar que si su consumo puede producir quemaduras en la boca o el aparato digestivo que, incluso, pueden tardar días en aparecer.
“Adicionalmente, el paraquat se acumula en los pulmones y genera un gran daño pulmonar, también se puede dar falla renal, obstrucción de los riñones y adicionalmente, de una forma un poquito más extraña, ya se podría dar compromiso cardíaco, compromiso del hígado”, añadió.
El doctor Marín agregó que “es una sustancia que, incluso a dosis muy bajas, puede generar una gran toxicidad e incluso la muerte”, como ocurrió con este pequeño.
El profesional entregó entonces una serie de recomendaciones, para que la historia de Anthony no se repita nunca más.
Ojo a las recomendaciones
- Nunca reenvasemos ningún producto, así lo hayan marcado, no se deben reenvasar los productos.
- Siempre hacer una adecuada disposición de los frascos y de los residuos que quedan de las sustancias cuando se hace algún tipo de aspersión o algún tipo de fumigación.
- Si el contacto es por la piel, por algún tipo de lesión, hay que hacer un lavado lo más adecuado posible.
- Si hay contacto con la boca, tratar de lavar la boca. Nunca inducir el vómito.
- Nunca dar aceite, nunca dar leche, ni ningún tipo de producto casero para tratar de contrarrestar el efecto de la sustancia, porque por el contrario hay riesgo de empeorar la toxicidad.
- Consultar lo antes posible a un servicio de urgencia y, de ser posible, pedir la presencia de un médico toxicólogo clínico, para reducir los riesgos de muerte.
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