Aun así, dijo: “lo que sí sabemos es que nunca vamos a traicionar a ese pueblo que nos eligió por un cambio. Pero, ese cambio no se logra en tan solo cuatro años. Fueron 500 años de sembrar en nuestro país una política de muerte”.
“Desenraizar esa política tal vez nos tome más tiempo”, agregó la oriunda de Suárez (Cauca), por lo que continuar con esa tarea debería ser el deber de “las próximas generaciones”. Su discurso abordó temas como desigualdades o racismo.
Según Márquez Mina, en el sur “tenemos una mentalidad de vernos inferiores entre nosotros”. “Siempre estamos pensando en el norte, nunca hemos mirado hacia el sur. Dependemos de la validación de los países del norte”, insistió.
“Entonces, considero que este es el momento de apostarle a la cooperación multilateral de Latinoamérica y el Caribe”, manifestó la vicepresidenta colombiana. “Dejar la unidad latinoamericana y del Caribe solo en manos de los gobiernos de turno es condenarnos”.
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Esa condena llegaría en medio de improvisación, destacó la también lideresa social. “Mientras los gobiernos vamos y venimos con intentos de integración, América Latina y El Caribe se mueven por rutas y conexiones duraderas que han establecido los propios pueblos”, concluyó.
Colprensa.