Más de 10 cuadras recorrió el conductor de un bus de la ruta Popular 1 - La Torre, con los cuerpos sin vida de 2 mujeres que minutos antes habían sido asesinadas en uno de los asientos del vehículo de transporte público que manejaba en la noche del pasado martes.
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Todo empezó en el centro de Medellín, en la carrera 51 con calle 54, donde está el paradero de la ruta. Allí, sobre las 8:40 p.m., se subieron las mujeres que, al parecer, no se conocían entre sí, seguidas por el asesino.
El recorrido comenzó tranquilo, como todos los demás de la jornada, pero justo antes de llegar al cruce de la carrera 49 con calle 71, en Lovaina, según contaron testigos, escucharon por lo menos 8 disparos de arma de fuego que provenían del interior del bus.
Segundos después, agregaron, vieron correr a toda prisa a un hombre al que se le cayó uno de los zapatos y subirse a otro vehículo que lo esperaba. Se trataría de una motocicleta.
Un lugar seguro
En medio de la confusión de los hechos, donde se supo que uno de los pasajeros forcejeó con el sicario, el conductor siguió la ruta y solo paró en la carrera 49 con calle 85C, barrio La Piñuela, en Aranjuez, donde se sintió seguro para pedir ayuda de la Policía.
En este sector, recordaron pobladores, vieron la pronta llegada de motos y carros de la Policía que en poco tiempo acordonaron la zona para comenzar la inspección técnica a los cadáveres.
¿Quiénes eran?
Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad de Medellín, contó que las víctimas fueron identificadas como Olimar Karina Bravo Castillo, de 37 años, y Dayana Marcela Payares Serna, de 24 años.
Sobre la primera, una ciudadana venezolana, según información oficial, era hacia quien iba dirigido el ataque armado, mientras que la segunda, una joven de Turbo, en el Urabá antioqueño, no tenía relación con los hechos y murió tras ser impactada por una de las balas.
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“La víctima de nacionalidad venezolana, que es en contra de quien iba dirigido el ataque, ha sido señalada, presuntamente, de participar en un hurto días antes”, señaló Villa.
Agregó que la pareja sentimental de ella, quien también es venezolano, hace poco fue capturado por porte ilegal de armas de fuego y está privado de la libertad.
Para dar con la captura del sicario, las autoridades ofrecieron una recompensa de hasta $200 millones.
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