El militar, sobre quien recaen sospechas de ser un infiltrado de las disidencias, accionó su arma de dotación y asesinó al capitán Juan Pablo Herrera Mazo, al sargento segundo Carlos Rojas Otavo y al soldado Yoandris Mejía.
Orozco, de acuerdo con los militares, se dio a la huida del batallón una vez cometió los crímenes con un arma de fuego. Junto a él estaba otro hombre, de quien la Fuerza Pública no ha revelado ningún detalle y fue arrestado como sospechoso de ser cómplice.
Durante este operativo de búsqueda se conoció que el soldado, al parecer infiltrado por los disidentes de la Carolina Ramírez, estaba con rumbo a Ecuador cuando fue localizado por drones militares.
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Al verse acorralado por el actuar de las autoridades, intentó agredir a los uniformados con el arma hurtada.
“En la reacción las tropas lo hieren y reducen”, señaló el Comando General de las Fuerzas Militares.
A causa de sus heridas, fue trasladado a la ciudad de Florencia (Caquetá) con el fin de garantizarle sus derechos y brindarle la atención médica especializada que requería, pero falleció en las últimas horas por la gravedad de las mismas.
Pese a este fallecimiento, se espera que continúen las investigaciones sobre esta infiltración, esto debido a que se conocieron que tres uniformados más de este batallón en el Putumayo también serían infiltrados de las disidencias.
Con información de Colprensa