Portando los mismos aretes que usó en su posesión, aquellos que tienen impreso el mapa de Colombia, la vicepresidenta, Francia Márquez, llegó al Vaticano para reunirse con el papa Francisco.
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La máxima autoridad de la iglesia Católica la atendió con amabilidad y una vez terminó la audiencia la Vicepresidenta reveló el “mensaje de amor, de alegría y de esperanza” que el sumo pontífice le envío a Colombia.
“El Santo Padre nos invita a seguir trabajando de manera incansable por lograr la paz, la justicia social y la dignidad de todos lo colombianos”, expresó.
Para Márquez el encuentro adquirió un mayor valor como mujer afrodescendiente, describiéndolo como “un momento histórico”.
Según la funcionaria, con Francisco hablaron de “la necesidad de avanzar en acciones de reparación histórica para los pueblos afrodescendientes e indígenas “que siguen viviendo las consecuencias del colonialismo y de la esclavitud”.
“El cuidado de nuestra casa grande es una tarea de toda la humanidad”, argumentó Márquez, quien también ejerce como ministra de Igualdad.
Como dato curioso, la vicepresidenta le llevó al Santo Padre una marimba, a la que describió como “el piano de la selva” y le explicó que con ese instrumento se interpreta el curralao, una música propia del occidente del país.
Redacción Colprensa