Juan Miguel Graciano es un menor de apenas 9 años y quizá uno de los hinchas más fieles que tiene el Independiente Medellín. Acompañado de su abuela, este pequeño ha celebrado decenas de goles del Poderoso en el Atanasio Girardot, eso sí, no ha podido disfrutar nunca de una final.
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En las escalas de las diferentes tribunas, Miguel ha sido fotografiado por Emmanuel Rendón, un usuario de X (antes Twitter), que se emociona al ver al pequeño en el estadio, siempre con su abuela, porque al igual que él, disfruta de ver al equipo de sus amores.
“Estas son las #PostalesDeEstadio que me gusta hacer cada que voy al estadio, este niño con su abuela disfrutando la fiesta del fútbol, así se hacen los hinchas y seguramente para él va a quedar en su memoria de vida los primeros partidos al lado de aquella mujer”, escribió Emmanuel en una de sus publicaciones.
Sin embargo, el mismo autor de estas fotos, hace unos días, inició una campaña porque quería cumplirle el sueño a Miguel de gozarse y sentir las emociones de una final. Una idea que gracias a las redes sociales dio frutos antes de lo esperado.
Apareció un ángel para Miguel y su abuela
Nuevamente, a través de X, Emmanuel compartió la felicidad que sentía porque había cumplido su objetivo de llevar a este pequeño al estadio este miércoles, 13 de diciembre, para ver al DIM, gracias a la solidaridad de las personas.
Aunque el creador de esta iniciativa no contó quién hizo el noble gesto, en una entrevista a Blu Radio, una tía del pequeño contó que fue un hincha del Junior, equipo rival del Poderoso.
“Ya surgió una persona que efectivamente es un hincha de Junior de Barranquilla y nos ayudó, me contactó y me dijo que él quería darle al niño de Navidad la boleta completa. Entonces él le regaló la boleta”, aseguró Yenifer, tía de Miguel.
Hay video de la reacción de Miguel
Mientras se mostraba resignado por tener que ver la final por televisión, el pequeño fue grabado por su familia mientras sostenía un celular en la mano y le decían que le iban a mandar fotos y videos.
En un momento, una de las personas que estaban a su lado le pidió que revisara el móvil, que le habían enviado algo, y su reacción fue llevarse las manos al rostro para esconder sus lágrimas al enterarse de que sí iba a ir a la final. Un llanto que también logró contagiar a su abuela que estaba sentada a su lado.
Todos celebraron y aplaudieron este momento, que parece haber sido no solo felicidad para Miguel, sino también para todos.
“Creía que ya me tocaba verla fuera del estadio, pero ayer que me dieron la noticia de que sí podía ir al estadio me sentí muy alegre, muy feliz y muy agradecido con todos los que ayudaron”, relató el pequeño a Blu Radio.
Ahora, Miguel, acompañado de abuela, porque para ella también hay boleta, podrá vivir por primera vez este momento y, ¿por qué no?, celebrar la séptima estrella del Poderoso en el Atanasio.
