En el 2018 Yuka Tomita atravesaba uno de sus momentos más dolorosos, la partida de su padre la hizo comprender “que la vida es ya”. Para ese entonces, con 23 años, esta japonesa estaba graduada de economía en su país y había estudiado inglés en Australia, donde algunos colombianos le recomendaban este país para cumplir su sueño de aprender español.
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Han pasado 7 años desde que Yuka tomó la decisión de venir a Colombia y desde entonces aprendió a hablar español (con acento paisa y todo), se casó con un antioqueño y, al descubrir la belleza de nuestra ciudad, hace parte de los extranjeros ya no se quieren ir.
Pero no siempre fue así, Yuka tiene muy arraigada por cultura la sinceridad y por eso nos contó lo que pensaba del país: “Antes de venir yo pensaba que todo era como un pueblo y cuando llegué me sorprendí mucho, porque hay ciudades grandes, edificio altos, todo es muy bonito y creo que en Asia todavía mucha gente piensa así”.
Pese a que venía por un par de meses, decidió estudiar español en Eafit durante un año. En la universidad conoció al que hoy es el amor de su vida y de quien desconfiaba por todos los estigmas que traía... “Él me ayudaba siempre con las tareas, en las noches después de clase salíamos a estudiar un poquito, pero al principio no le tenía confianza, siempre estaba preguntando si él tenía armas...”.
Alejandro Quiñónez es quizás ese principal motivo por el cual la japonesa decidió radicarse en Medellín y para poder hacerlo por lo legal, se casaron. Eso sí, estaban y siguen estando muy enamorados.
Escucharla hablar es curioso porque, a pesar de su acento paisa, todavía hay palabras que se le complican: “El español es muy difícil, no se compara con el inglés, porque estar cambiando siempre el verbo es muy complejo para mí, además ustedes tienen muchos sinónimos”, no dijo entre risas.
“Él intentó sorprenderme y llevarme a restaurantes japoneses, pero no se parecía a nada de la gastronomía de mi país. Cuando empezamos a vivir juntos yo cocinaba y él por fin conoció la verdadera comida de allá”, nos comentó Yuka y nos recomendó probar el pollo frito japonés, el ramen (pasta con sopa) y el sushi de su restaurante.
Yuka es feliz viviendo en Medellín, va dos o tres veces al año a Japón y aprovecha la mezcla cultural con su esposo para hacer videos que se han vuelto virales en internet, de hecho la siguen más de 600 mil personas en su cuenta de Tiktok (@yukatomita) porque divierte con sus ocurrencias y su curioso español.
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