El presidente Gustavo Petro volvió a encender las redes, pero esta vez no por un discurso ni por un anuncio de gobierno, sino por una visita, confirmada por él mismo, a un club nocturno en Lisboa, Portugal. Sí, leyó bien.
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Todo empezó cuando el propio mandatario publicó un informe de la Unidad de Información y Análisis Financiero (Uiaf) sobre sus movimientos bancarios entre 2023 y 2025. En ese reporte apareció un pago de 40 euros (unos 173.000 pesos colombianos) en el Ménage Strip Club o burdel.Y con eso, claro, las redes hicieron lo suyo.
Entre quienes opinaron estuvo la periodista María Andrea Nieto, que insinuó que el presidente quizá estaba en el bar escribiendo fragmentos de su nuevo libro. Petro no dejó pasar el comentario y respondió con un trino que dejó al país entre risas, confusión y memes.
En su mensaje, el presidente habló de seducción, poesía y hasta de cómo “se perpetúa la humanidad”. Para algunos, otro de sus mensajes fuera de tono. Para otros, la prueba de que en la Casa de Nariño vive el último romántico, casi que al estilo del recordado zorrillo Pepé le pew, uno de los personajes más icónicos de la Warner Bros; quién abogaba al amor y para seducir.
Esto fue parte de lo que dijo Petro en su respuesta:
“Hay dos cosas que he aprendido en la vida: a no acostarme con una mujer de la que no nazca nada en mi corazón y a no comprar el sexo cuando aún soy capaz de la seducción y de la poesía. Siempre hay que combinar la sexualidad con la cultura, eso se llama erotismo...”
Antes de eso, el presidente ya había confirmado públicamente que sí gastó dinero en ese establecimiento nocturno, aunque no explicó exactamente por qué pagó los 40 euros en mayo de 2023. Solo dejó un enigmático mensaje: “Algún día se sabrá”.
Mientras tanto, en redes muchos ya lo comparan con personajes de caricatura, inventan sobrenombres y debaten si Petro está dando cátedra de erotismo o si simplemente volvió a encender un incendio virtual más.
Lo único claro es que, como siempre, el presidente logró lo que parece ser su superpoder: convertirse en tendencia.
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