A Jorge Iván Agudelo se le fue la luz de los ojos hace 5 años: dos derrames cerebrales lo dejaron completamente ciego de un momento a otro y ahí, naturalmente, le cambió la vida. Desde ese día aprendió a soñar alto y sin límites: montó su propio negocio y sueña con ser el primer silletero ciego en la historia de la Feria de las Flores.
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Agudelo, de 60 años, nació en Copacabana y hace casi 4 décadas se fue a probar suerte a Estados Unidos. Allí vivió en Nueva York y creó su propia compañía de construcción. “Allá fue que empezó mi admiración por los silleteros, porque cuando hacían los desfiles en Nueva York yo recibía las comitivas de medios como Estrella Estéreo e iba con ellos”, contó.
Volvió a sus raíces
En enero de 2019 sufrió dos derrames cerebrales y un ataque cardíaco que lo dejaron al borde de la muerte y con una ceguera total, por lo que decidió devolverse para su natal Copacabana.
“En Estados Unidos puede haber mucha tecnología y muchos avances, pero aquí en Colombia hay más calidad humana”, expresó.
Al llegar, muerto del susto y sin saber para donde coger, terminó reconectándose con una novia de la adolescencia, Luz Eliana, quien ahora es su esposa y le “alcahuetea” todos los sueños que tiene.
A partir de ahí comenzó un proceso de rehabilitación al que, afirma, le debe mucho, pues aprendió a ser independiente y a perderle el miedo a su discapacidad.
Poco a poco, empezó a buscar en qué trabajar, porque no quería quedarse quieto. “Comencé vendiendo ropa deportiva e interior por internet junto a mi esposa y nos iba bien, pero yo siempre tuve el sueño de trabajar con flores y terminé conectándome con un señor de una finca en Santa Elena que me vende las flores”, contó.
Desde entonces, Jorge va tres veces a la semana a la Placita de Flórez, donde escoge los eucaliptos, las margaritas, los gladiolos y las rosas que luego lleva hasta Copacabana y vende en su local llamado ‘Emprender sin ver’, ubicado en el atrio de la Iglesia Nuestra Señora de la Ternura, donde además, vende crispetas que él mismo hace, así como imágenes religiosas y jarrones.
“Yo me voy en bus y en metro hasta la Placita de Flórez, porque aprendí a ubicarme y sé los pasos que hay de un punto a otro. Ahí escojo las flores que me quiero llevar, porque ya uno las va conociendo por el olor, el tallo, todo, y las monto en mi silleta”, expresó Agudelo.
La “silleta” de la que habla Jorge es una creación propia, un bolso viejo al que le añadió láminas, mallas y otros elementos para asemejarse lo más posible al tradicional instrumento. Su sueño más grande es poder participar de un desfile de silleteros, para poder demostrar que el quedar ciego no es impedimento para nada.
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“Yo quiero ser el primer silletero ciego de Colombia, tanto porque admiro el trabajo de los campesinos, como porque quiero mostrarle a la gente que no por ser ciego me tengo que quedar quieto ni puedo soñar alto”, terminó Jorge Iván.
302 465 9909 Jorge Iván realiza domicilios y alquila su máquina de crispetas para eventos.