Escapar a Barranquilla no les sirvió a los hermanos José Gregorio y Estarlin Oswaldo Morgado Herrera, de 25 y de 29 años, para evadir a las autoridades, pues hasta allá los siguió la Policía y los capturó por los delitos de homicidio y tráfico o porte de armas de fuego o municiones, ambos agravados.
Antecedente: EN FOTOS: La mujer asesinada en Naranjal, involucrada en investigación de la masacre de Aguachica
Resulta que estos dos hermanos, de nacionalidad venezolana, serían los autores del ataque sicarial en el que perdió la vida Zaida Andrea Sánchez Polanco, una prestamista del Cesar, que fue ultimada a las afueras de un hotel ubicado en la carrera 68A con la calle 45 del barrio Naranjal, en la comuna Laureles.
La mujer, de 29 años, conocida como la Diabla y cuyo nombre salió a relucir tras el asesinato de 4 personas de una familia evangélica en Aguachica, fue atacada la noche del 23 de enero al bajarse de una camioneta por un sicario que huyó en una moto en la que lo esperaba otro sujeto. La víctima alcanzó a ser trasladada a Policlínica, pero nada pudieron hacer por ella.
Escondida en Medellín
Sánchez Polanco era la compañera sentimental de Alexánder González, señalado narcotraficante conocido con el alias de el Calvo, quien tendría nexos con el Clan del Golfo y quien fue asesinado el 27 de diciembre en Plato, Magdalena.
Dos días después de ese crimen ocurrió el de la familia Lora Rincón y fue entonces cuando la Diabla se vio envuelta en tremendo enredo porque su nombre salió a relucir en las investigaciones por el homicidio de esta familia y aparte estaba lo de su marido, por eso decidió esconderse en otra zona del país.
De acuerdo con Manuel Villa Mejía, secretario de Seguridad de Medellín, tras pasar unos días en Bogotá, la mujer llegó a la capital antioqueña el 14 de enero acompañada de su hijo y se hospedó en el hotel en el que le quitaron la vida.
Detalles del crimen
De acuerdo con la Fiscalía, la investigación permitió establecer que Sánchez Polanco fue atacada con un arma con silenciador y que los sicarios abandonaron la moto en la carrera 64 con la calle 50, a las afueras de una funeraria en el barrio Carlos E. Restrepo, donde además del vehículo las autoridades encontraron una chaqueta que pertenecería a los delincuentes.