En su municipio, el antioqueño trabajaba como mototaxista, pero ya contaba con experiencia militar ya que se había desempeñado en esta labor en Colombia. Hacía unos meses un amigo suyo le había contado que estaban buscando militares colombianos que quisieran ir a pelear en el combate europeo.
De acuerdo con Juan Camilo, la oferta decía que se iba a ganar 12 millones de pesos mensuales, así que Diego no lo pensó dos veces y partió a Europa.
“Era muy buena persona y muy conocido en el pueblo. Nos dijo que se iba cuando ya iba a viajar, se despidió de muy pocos familiares”, aseguró Juan Camilo.
Juan Camilo recuerda que hace 20 días habló con su tío, este le dijo que estaba muy contento y que lo esperara para que cuando llegara se tomaran algo, “nos llevábamos muy bien”.
La familia de Diego se enteró de su muerte por unos compañeros quienes llamaron a contarles lo que había pasado. Según Juan Camilo, “ni el ejército ni la embajada colombiana se han comunicado con nosotros”.
La única información que tiene esta familia es que creen que repatriarán los cuerpos, aunque todavía no saben cuándo ya que la orden que hay que es primero se trasladen los heridos a territorio colombiano y luego, los cuerpos.
Luis Eduardo Noya, el militar de Caucasia que también murió en Ucrania
Otro de los antioqueños que también murió en un bombardeo ruso en la capital ucraniana fue Luis Eduardo Noya Pérez, de 39 años, oriundo de Caucasia, Bajo Cauca antioqueño, y quien se desempeñó como soldado profesional por varios años en el Batallón de Rifles.
En una entrevista con Teleantioquia, Kelly Rendón, su esposa, aseguró que el hombre decidió irse para darle un mejor futuro a su familia.
El caucasiano viajó el pasado 30 de marzo, pero un bombardero ruso atacó la zona en la que se encontraba haciendo su entrenamiento y el hombre murió en el lugar. Por ahora, su familia también espera la ayuda del Gobierno nacional para lograr la repatriación de Noya.