¿Te ha pasado que llega fin de mes y no sabes a dónde se fue tu plata? Ya vimos cómo nos impacta la inflación y el alza de los precios en general o la desorganización en temas financieros.
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La clave para empezar a ahorrar no es ganar más dinero, sino aprender a organizar el que ya tienes. El primer paso es llevar un registro de todo lo que entra y sale de tu bolsillo. Sí, suena aburrido, pero créeme, es más fácil de lo que parece y te puede salvar de muchos dolores de cabeza.
Lleva una lista de tus gastos, desde el arriendo hasta ese cafecito que te compras en la esquina. Al ver todo escrito te darás cuenta de qué cosas son necesarias y cuáles no. Esto te evitará quedarte corto a mitad de mes y no depender de préstamos para cubrir tus gastos.
Esto permitirá hacer una división de los ingresos en las cantidades exactas para no verse en aprietos y poder cumplir con las obligaciones sin dejar pagos pendientes, de esta manera no tendrá que buscar otra forma de responder por las obligaciones adquiriendo créditos o realizando avances.
70/30 es la recomendación de los expertos para unas finanzas saludables.
Para controlar los gastos hormiga (porque son pequeñitos, pero se acumulan rápido. Por ejemplo, las salidas constantes a comer fuera o las suscripciones que no usas), una buena estrategia para reducirlos es comenzar a pagar en efectivo en vez de con la tarjeta.
De esta forma, verás cuánto dinero tienes disponible y pensarás 2 veces antes de hacer una compra que quizá no es tan necesaria. Por ello, es importante cambiar los hábitos diarios y adaptarlos a las necesidades actuales, es decir, lo primero que pueden hacer es pagar en efectivo las compras en lugar de utilizar las tarjetas de crédito, de esta manera podrán ver cuánto dinero tienen disponible y pensar si necesitan hacer ese gasto.
Para controlar los gastos innecesarios es importante cambiar los hábitos diarios y adaptarlos a las necesidades, es decir, no gastarme lo que no tengo porque luego voy a sufrir con la mala utilización de tarjetas y créditos de consumo, entre otros que van arruinando, con un mal manejo, su vida financiera.
Con una organización básica de este tipo y la organización de datos como ingresos, egresos, gastos fijos y ocio, por ejemplo, puedo empezar a hablar de ahorro o la creación de un fondo de emergencia que será la pieza clave para afrontar gastos importantes, imprevistos o gustos.
Solo 2 de cada 10 colombianos manifiestan ahorrar parte de sus ingresos mensuales.
Antes de ahorrar hay que tener en cuenta la regla dorada de las finanzas personales: el famoso ‘70/30’ que consiste en destinar el 70 % de los ingresos a las necesidades primarias (arriendo, mercado, servicios, etc.), mientras que el 30 % restante para el pago de deudas, ahorro u ocio, por lo que se puede decir que una meta sensata es tratar de ahorrar entre el 5 % a 10 % de sus ingresos como una meta posible mes a mes.
La Profe Calle / laprofecallq@qhubo.com