2 billones de pesos es casi la cuarta parte del presupuesto que tiene la Alcaldía de Medellín para 2024 (8,7 billones) y poco menos de la mitad del costo total que se supone tendrá el Túnel del Toyo cuando finalice su construcción (unos 3,7 billones). Con ese mismo dinero se podrían hacer diez puentes iguales al de la Madre Laura, que hace diez años valió 204 mil millones.
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Pues 2 billones de pesos (529 millones de dólares) fue lo que pagaron en impuestos los migrantes venezolanos que vivían en Colombia en 2022, según reveló el Estudio de Impacto Fiscal de la Migración Venezolana en Colombia: Realidad vs. Potencial.
Este documento surgió producto de una alianza entre varias entidades: Equilibrium SDC, la Fundación KAS Colombia, la Fundación Ideas para la Paz (FIP), la Cámara de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Venezolanos en el Exterior (CAVEX) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esos 529 millones de dólares fueron el 1,91 % del total del recaudo fiscal que tuvo el país en 2022, que fue de 27.757 millones de dólares.
¿En qué se fueron esos recursos en impuestos?
De esos 529 millones de dólares que pagaron en impuestos los migrantes venezolanos, más de la mitad (311,6 millones) fueron en renta y aportes a la salud y a pensiones. El resto, 217,3 millones, llegaron vía el pago de los impuestos por IVA, consumo y gasolina.
El estudio, de acuerdo con las entidades que participaron, buscaba derribar la narrativa que tiene un sector de la población colombiana de que la presencia de casi 2,9 millones de migrantes venezolanos en nuestro país es una desventaja para los nacionales en distintos ámbitos de la economía.
“Estas narrativas son el producto de una amalgama entre prejuicios e intolerancia, experiencias y conclusiones que inducen a la casuística y a la intuición desinformada. Puede resultar contraintuitivo para el ciudadano inadvertido, pero los procesos migratorios enriquecen significativamente a los países receptores”, señalaron las entidades en el informe.
Y agregaron que “si bien sería falso afirmar que los estados no asumen costos con la recepción, regularización e integración de la población migrante, el beneficio en el mediano y largo plazo supera con creces dichos costos. El bono demográfico, la dinamización del mercado laboral, el intercambio cultural y la disponibilidad de nuevos y diversos talentos son algunos de los beneficios que trae consigo la migración”.
Otro de los mitos que se derrumbó en el informe es el gasto que hace el Estado colombiano en la salud de los migrantes venezolanos. Según el documento, y con estadísticas del Ministerio de Salud y Protección Social, en 2022 los recursos destinados a esta población fueron 175 millones de dólares (unos 700 mil millones de pesos mal contados), que tan solo representaron el 1,81 % del total del presupuesto en salud que tuvo el país ese año.
En educación, por su parte, ese gasto fue de 318 millones de dólares (unos 1,2 billones de pesos) dirigidos a las matrículas de estudiantes venezolanos en colegios públicos, tan solo el 3,06 % del presupuesto nacional en este rubro.