El objetivo ha sido integrar a la población migrante, colombianos retornados y comunidad de acogida, una meta que ha cumplido el Centro Intégrate de Medellín.
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En esto coinciden panelistas y asistentes al Café por la Integración: Medellín y Centro Intégrate, territorio de empatía, espacio de encuentro que se realizó el martes, 26 de noviembre, en el Museo de Antioquia, organizado por el Proyecto Integra de Usaid, Q’HUBO y El Colombiano.
Una política pública
Se cierra el 2024 y se cumplen un poco más de dos años de la existencia del Centro Intégrate. Según las autoridades migratorias y las personas migrantes el balance es positivo. “Hay que celebrar que Medellín se haya subido a ese bus de la empatía y de la inclusión”, comenta Juan Sebastián Barco, subdirector técnico del Proyecto Integra.
Y es precisamente ese bus llamado Centro Intégrate, un lugar que existe gracias al apoyo de USAID, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Acnur y la Alcaldía de Medellín.
Incluso, la migración se ha ido transformando en una prioridad para la agenda de la política pública. “Ahí la importancia de la gobernanza en este tipo de procesos de integración. La migración tiene muchas realidades y la gente viene con expectativas diferentes”, comenta Ona Duarte, responsable técnica en Medellín Cómo Vamos.
De allí el trabajo hecho desde el Centro Intégrate, basado en dignificar la vida de las personas migrantes, integrarlas en la sociedad, prevenir y atender la violencia y disminuir la estigmatización de esta población.
No más intolerancia
Ha sido el reto más difícil, pero se han visto avances. En las diferentes comunas de Medellín se han presentado problemas de xenofobia, un fenómeno que podría reducirse con más educación.
Clara Vélez, Secretaria de Inclusión Social y Familia de Medellín, afirma que “hemos hecho talleres de educación y sensibilización para fomentar esa empatía entre en los ciudadanos. Nos hemos caracterizado por ser amables, pero aún falta mucha sensibilización hacia la población migrante”.
Por su parte, Mónica Sequera, de la Corporación Anauco y mujer migrante, resalta el valor de la inclusión de la población migrante en cualquier campo social y económico. “Uno de nuestros deseos más grande es que nos vean como socios implementadores porque tenemos el conocimiento y queremos ser vinculados a la sociedad”.
“Nos hemos caracterizado por ser amables, pero aún falta mucha sensibilización hacia la población migrante”, Clara Vélez, secretaria de Inclusión Social y Familia de Medellín.
El Centro Intégrate tiene más de 2 años en Medellín apoyando a la población migrante, colombianos retornados y comunidad de acogida.