Si hay un terreno al que la televisión nacional todavía le sigue sacando bastante provecho, es al de las transmisiones deportivas en vivo.
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Solo por poner un ejemplo, uno de los últimos juegos de la Selección Colombia masculina de mayores, un partido amistoso contra Canadá (14 de octubre), marcó 15,67 puntos de rating en el canal Caracol, un puntaje que hace años no logra ningún reality o novela. Esa audiencia es como un caramelo dulce al que las plataformas de streaming le echan el ojo y de a poco dan pasos para ganársela.
Recordemos que el streaming es básicamente un formato que permite transmitir contenido multimedia en tiempo real y usted puede ver esas transmisiones a través de un dispositivo con conexión a Internet, de varias formas: gratis y con publicidad como pasa en YouTube, en plataformas de suscripción paga mensual o como eventos PPV (pago por visión).
Los gigantes y sus apuestas
Netflix, la plataforma de streaming más grande del mundo, con más de 260 millones de suscriptores, empezó a tantear el terreno en noviembre del 2023 con su primer en vivo deportivo, un torneo llamado Copa Netflix en el que participaron pilotos de Fórmula 1 y golfistas profesionales.
Después llegó la pelea de exhibición entre el retirado boxeador Mike Tyson y el famoso creador de contenidos estadounidense Jake Paul, el 5 de noviembre de 2024. Ese combate les ratificó el camino a seguir, con una cifra histórica: 108 millones de espectadores.
Ahora, cada semana emiten los combates de la WWE (lucha libre profesional) y emitieron en vivo el evento Six Kings Slam, donde compitieron 6 de los mejores tenistas del mundo, como Jannik Sinner, Carlos Alcaraz y Novak Djokovic. An, y se dice por ahí que estarían en la puja por los derechos de transmisión del fútbol colombiano para el 2026...
Claro, como todo hay que decirlo, hay deportes que están migrando con más fuerza. Por ejemplo, “en Estados Unidos está barriendo el boxeo, con peleas de boxeadores retirados con influenciadores”, como nos lo contó Andrés Ríos, periodista deportivo y creador del programa en línea La Tertulia Verdolaga.
Pero eso no quiere decir que un deporte tan popular como lo es el fútbol no vaya para allá: “Llegará el momento en el que el Mundial se vea solo en streaming”, vaticinó el también escritor.
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Y es que no solo el llamado tío Netflix está en la guerra del streaming por el terreno de los deportes. Prime Video compró recientemente los derechos para emitir partidos de la NBA (baloncesto) de forma global; Apple TV se la jugó al comprar por 10 años los derechos globales de la Major League Soccer, liga de Estados Unidos y Canadá, donde actualmente juega Lionel Messi.
Y no dejemos de mencionar a Disney+, que se unió a ESPN, quien a su vez tiene en Latinoamérica los derechos de las ligas futboleras más importantes del mundo: Premier League (Inglaterra), LaLiga (España), Serie A (Italia) y Bundesliga (Alemania).
Los streamer también se la juegan
La lucha de los gigantes va por un lado muy claro, obtener los derechos de transmisión de las ligas y crear sus propios eventos deportivos con personalidades ya reconocidas que puedan generar audiencias masivas, pero en nuestro país, a la torta están entrando los streamers, que básicamente son periodistas deportivos o aficionados que con pocos recursos logran hacer transmisiones en plataformas gratuitas como YouTube o Twitch y así vienen desplazando hasta los programas radiales.
“Ya hoy en dia es muy poca la gente que se pasa a radio para escuchar el análisis de un partido, existe todavía, pero cada vez es menos la gente que se pega de esos contenidos tradicionales y por eso hoy los analistas de antaño o los nuevos, tienen su propio canal en YouTube, donde no tienen filtro de nada”, comentó Andrés Ríos.
Y es que si a usted le gustan deportes como el ciclismo o el fútbol, por lo menos recordará algún programa radial que hablara de estos temas y que ya haya salido del aire. También ha dejado de ser común esa vieja costumbre de ir al estadio con un radio para escuchar la narración.
Sebastián Areiza, streamer deportivo, nos contó qué ha identificado que busca la audiencia en estos nuevos espacios: “Son 3 cosas, identificarse con la persona a la que están escuchando, quieren que el partido de Nacional lo reaccione el hincha de Nacional y que el del Medellín lo reaccione el hincha de Medellín. Segundo, buscan alejarse de nombres conocidos, hay personas que no toleran escuchar a Carlos Antonio Vélez, a Eduardo Luis o gente a la que no le gusta la forma de narrar de Tito Puccetti. Y tercero, buscan tener un feedback (retroalimentación) más cercano, por ejemplo un chat en vivo donde reaccionar a un dato mal dado”.
En Colombia hay un caso de éxito que, en palabras de Andrés Ríos, merece ser resaltado porque no cuenta con los recursos para pagar, por ejemplo, los derechos de transmisión de la Dimayor. “Es el canal de Jorge Bermúdez, el Patrón, tiene ya casi un millón de suscriptores y audiencias impresionantes porque él transmite los partidos con un mapa de calor que va guiando en una cancha y ahí van narrando el partido y comentándolo. Ha sido un éxito impresionante, no conozco un caso más exitoso en Colombia”.
Así las cosas, lo que se nos viene son tiempos de cambio, porque vemos que cada vez son más los streamers que con poca inversión logran crecer sus proyectos y que los gigantes de las plataformas están dispuestos a invertir para terminar de arrebatarle las audiencias a la TV abierta.
A eso súmele que en el 2026 tendremos Mundial de Fútbol y a Win Sports se le acaba la licencia para emitir los partidos del fútbol profesional colombiano...
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