“Aquí lo que va a tocar es poner más comederos”, decía el señor mientras grababa y contaba que habían llegado 10 animales a visitarlo, porque él siempre les pone alimento de ave.
El señor, aunque no mostró su rostro por enfocarse en el colorido plumaje de las aves, se mostró muy emocionado y hasta conversó con ellas.
“Estas están en un juicio único comiendo, ¿cierto, niñas? ¿cómo está la comida hoy? ¿está buena? Ah bueno, de eso se trata, de que coman, me parecen muy bien”.
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Y la joya de la corona fue la visita de lo que, al parecer, era un guacamayo verde que, aunque se mostró más esquivo que los otros compañeros de bandada, se dejó grabar por primera vez del señor y eso lo emocionó aún más.
“Seguimos gozando de esta bella compañía, esperemos que Dios nos lo permita por mucho tiempo. Ya veo que mucha gente por aquí me les está poniendo comida, me parece fantástico que nos volvamos una colonia de estos bellos animales y este me extraña que se deje acercar tanto porque la verdad es bastante esquivo”, mencionó.
Y como después de cualquier visita es normal que quede uno que otro desorden, el señor dejó de grabar para ponerse a barrer la basurita que le dejaron las guacamayas.
Los videos de este señor están tomando fuerza viral y otras personas se han animado a compartir sus experiencias con este tipo de aves que normalmente visitan a personas que viven en pisos altos y en zonas donde se conserva la naturaleza a pesar de la edificación, como pasa en el sur del Valle de Aburrá.