Bien dicen que a las cosas malas hay que verles el lado amable y eso hizo un habitante de la vereda San José de Sabaneta, quien, cansado de ver cómo los carros luchaban todos los días para subir la tremenda loma de ingreso al sector, decidió convertirlo en un espectáculo que entretiene a miles de personas todos los días.
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Con la cuenta de Tiktok ‘Sube o no sube’ esta persona, que hasta ahora no ha mostrado su rostro, graba desde su balcón lo que para todos los vecinos de esta zona es rutinario: ver carros y motos, de todo tipo y a toda hora, luchar por no quedarse a media loma, debido a que ésta es famosa por ser una de las más empinadas del Valle de Aburrá y ya ha protagonizado más de un accidente.
Pero no es solo el escenario, que puede ser tensionante y hasta gracioso, sino que el dueño de la cuenta se encarga de narrar cada detalle y hasta de apostar con otras personas si el carro sube o no sube. De ahí surgió el nombre del perfil.
Aunque parece una formula bastante simple, en menos de dos semanas la cuenta ya acumula más de 25 mil seguidores.
Incluso, varias personas de otros países se han quedado enganchadas ante tremenda novela, que todos los días actualiza con nuevos episodios.
La loma de San José, un dolor de cabeza sin fin
Tal como lo deciamos, el problema de los carros en la loma es un tema que han sufrido los habitantes de este sector desde hace mucho tiempo, por las condiciones del sector.
El problema se agravó desde hace unos diez años, momento en que estalló el boom de la construcción en ese sector, y a diario suben y bajan vehículos de carga que obstaculizan el paso y generan accidentes que más de una vez han dejado incomunicados a los vecinos.
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Sin contar con los tremendos tacos que se forman en esa porción de vía, que no supera los dos kilómetros.
De acuerdo con lo que varios habitantes le han contado a Q’HUBO, los trancones han llegado a durar hasta 6 horas porque, además de lo empinado de la loma, es doble vía, por lo que cualquier inconveniente hace que colapse totalmente.
En 2023 a la Alcaldía le tocó poner un tatequieto a las empresas constructoras, restringiendo la movilidad de vehículos de carga por este corredor y desde hace un tiempo están sentados en la mesa negociando las condiciones de construcción que no afecte a los habitantes de este sector.
