La Copa Libertadores nos dejó una noche agridulce en Montevideo. Atlético Nacional no pudo con su homónimo uruguayo y cayó por la mínima diferencia (1-0) en el Gran Parque Central, un resultado que nos dejó con un sabor a poco y con el sinsabor de no haber logrado el objetivo de terminar primeros en el grupo. Toca apretar los dientes porque en octavos la cosa se pone exigente.
Antecedente: Verde, a mandar en Libertadores y en Uruguay
Era una tarde clave, una de esas donde se definen destinos, y aunque la hinchada verdolaga hizo sentir su aliento en tierras charrúas, el equipo de Javier Gandolfi no logró redondear la faena. El sueño de cerrar en casa las llaves de octavos se esfumó en el último suspiro, y ahora toca bailar con la más fea en la siguiente fase.
El primer tiempo nos regaló un Verdolaga que dominó el balón, que movió la pelota con criterio y que, por momentos, hizo creer que el gol estaba al caer. Kevin Viveros y Dairon Asprilla tuvieron las más claras, pero esa puntería esquiva, esa falta de contundencia que a veces los martiriza, volvió a aparecer. La pelota, caprichosa, no quiso entrar y el cero se mantuvo hasta el descanso.
La segunda mitad fue otra historia. El Nacional uruguayo, con el apoyo de su gente, emparejó las cargas, metió pierna fuerte y cortó los circuitos. Y cuando el partido agonizaba, ¡zas! En el minuto 88, Christian Oliva aprovechó una jugada para clavar el puñal y sentenciar el 1-0. Un mazazo justo cuando el reloj se agotaba.
El Verde intentó reaccionar, claro que sí. Cándido y Morelos sacaron remates peligrosos, pero el portero rival se puso la capa de héroe y defendió su arco con uñas y dientes. La suerte no estuvo de nuestro lado, y el pitazo final confirmó lo que ya se veía venir: la derrota.
Este resultado no es solo una derrota, es un recordatorio de una asignatura pendiente: la visita. El conjunto nacionalista no pudo ganar ningún partido como visitante en esta fase de grupos, una debilidad que lo condena a enfrentar a un rival de peso en octavos y, lo que es peor, a cerrar la serie fuera del Atanasio. A los hinchas les duele en el alma saber que no tendremos el rugido del Verde en la vuelta.
Ahora, toca esperar el sorteo del 2 de junio con el corazón en la mano. La lista de posibles rivales ‘asusta’: Estudiantes, River Plate, Central Córdoba, Sao Paulo, Racing, Palmeiras, Vélez Sarsfield o el propio Internacional, que selló su victoria 2-1 sobre Bahía, con un tanto del colombiano Rafael Santos Borré. Se viene un camino de titanes y ¡no hay margen de error!
Ojalá que mejorando el rendimiento de la mano de Edwin Cardona, pues su ausencia se siente cada vez más fuerte. En los partidos en los que el ‘10’ no está, el equipo baja las revoluciones, pierde ese toque mágico y se vuelve más vulnerable. Cuatro de las 8 derrotas del año han llegado sin él en la cancha, así que su importancia es innegable.
El Verde paisa tiene una tarea titánica por delante: mejorar la efectividad y, sobre todo, cambiar la mentalidad cuando sale de casa. La Copa Libertadores es para valientes, para los que se crecen ante la adversidad. Y si quieren levantar el trofeo por tercera vez, el Rey de Copas debe mostrar una versión mucho más contundente, dentro y fuera de casa. Así que a trabajar duro, muchachos, que la gloria continental los espera.
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