Los cuadrangulares están sabrosos, entraron en zona caliente y cualquier detalle puede cambiar el rumbo. Por eso, Atlético Nacional radicó una petición que podría mover la programación de la quinta fecha del grupo A, una jornada que huele a final adelantada para varios equipos.
Antecedente: ¡Lista la quinta! Así se jugará la próxima fecha de cuadrangulares
El Verde llega al clásico paisa con el agua al cuello. Solo sumó 5 puntos en cuatro partidos y quedó viendo cómo Junior toma ventaja en la punta con 8 unidades. En el camerino piensan en la “obligación” que aparece en cada charla. A este Nacional ya no le sirve otra cosa que no sea ganar los dos juegos que quedan.
El duelo frente a Independiente Medellín, este jueves a las 6:30 p. m. en el Atanasio Girardot, será una verdadera batalla. Para el Verde, perder es decirle adiós a la final. Para el DIM, que apenas tiene 2 puntos, la historia es parecida: un tropiezo lo deja también sin chances. Es un clásico de vencer o quedar eliminados.
Sumado a esa tensión, el equipo de Diego Arias quedó golpeado tras dejar escapar cinco puntos ante Junior en dos partidos que parecían clave. La hinchada sigue inquieta y el semestre pende de un hilo.
Mientras tanto, Junior y América se medirán a las 8:35 p. m. en Barranquilla, según la programación inicial de Dimayor. Sin embargo, Nacional pidió que todo se juegue a la misma hora por un tema de ‘fair play’, para evitar ventajas o especulaciones en una jornada tan decisiva.
La información la reveló el periodista Mauricio Agudelo, quien contó en su cuenta de X que Nacional ya radicó la solicitud formal para que los dos partidos del grupo A se disputen en simultáneo. De esa decisión depende en parte la tranquilidad del Verde, que quiere igualdad de condiciones en un cierre lleno de presión.
Por ahora, la petición está en revisión y Dimayor deberá definir si mueve el calendario o mantiene los horarios ya publicados. Lo cierto es que la quinta fecha será un pulso de dientes apretados: el clásico en Medellín y la pelea en el Metropolitano podrían empezar a dejar claro quién sigue vivo y quién se queda mirando la final por TV.
Nacional no tiene margen de error. El DIM tampoco. Y el grupo A, pese a sus diferencias, sigue más encendido que nunca.
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