Un indignante caso de secuestro ocurrió el 31 de octubre en Necoclí, Urabá antioqueño, y las víctimas fueron dos policías (mujer y hombre), que estaban en medio de labores de investigación.
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Según conoció El Colombiano en exclusiva, estos dos policías estaban vestidos de civil en el corregimiento Mulatos, mientras hacían la verificación de ubicación de varios inmuebles sospechosos.
Pero las cosas no salieron según lo planeado, porque sobre las 11:20 de la mañana fueron abordados por hombres armados, identificados como integrantes del frente Zuley Guerra de las Autodefensas Gaitanitas, es decir, del Clan del Golfo.
Los hombres los requisaron y les encontraron sus chalecos antibalas y las pistolas de dotación, por lo que procedieron a amarrarlos y taparles la visión para secuestrarlos e introducirlos a la selva.
La cosa se puso peor, porque según el reporte de las autoridades, a los dos policías los tuvieron hasta la medianoche para luego hacerles un interrogatorio.
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Posteriormente, tuvieron que caminar descalzos, acostarse sobre la tierra y hasta los habrían amedrentado con intenciones de abuso sexual.
Según lo reportado por El Colombiano, un jefe del grupo los quiso dejar en libertad como supuesto gesto pacifico.
“Respetamos los derechos humanos, pero cuando nos invaden el territorio hacemos uso del derecho a la defensa, razón que nos obliga a neutralizarlos. Pero para que vean nuestras intenciones de paz, vamos a dejarlos en libertad”, habrían dicho los delincuentes.
Sin embargo, hasta el momento no hay reporte público por parte de la Policía de este caso de secuestro y tortura.
