Ocho horas. Ese fue el tiempo que recorrió una familia desde un caserío en Urrao, Suroeste antioqueño, hasta el centro urbano con el fin de salvar a Arley Dominico, un niño de 9 años mordido por una serpiente.
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De acuerdo con la Alcaldía de Urrao, la emergencia ocurrió a la 1:00 de la tarde del sábado, 23 de marzo, su familia lo llevó al centro poblado de Mandé, donde llegaron a las 5:00 p.m.
Allí, aunque recibió atención por parte de las autoridades locales y solicitaron apoyo aéreo para trasladarlo, no fue posible, por lo que a las 8:10 de la noche se fueron a pie hasta la vereda Nendó con el fin de encontrarse con una brigada de salud enterada de los hechos y lista para atender al menor.
Esta brigada, compuesta por personal médico, ambulancia y cuerpo de bomberos, recorrió tres horas en carro y una hora a pie y solo hasta la 1:00 de la madrugada del pasado domingo llegaron al punto de encuentro, pero para esa hora, Arley ya no tenía signos vitales.
Este es el segundo caso en menos de un mes que se da en la zona; el primero fue el de una menor de 13 años que, luego de una mordedura de serpiente, perdió la pierna y todavía está hospitalizada en Medellín.
“Desde la Administración hacemos un llamado a las entidades de orden nacional, departamental, organizaciones indígenas, EPS y demás actores sociales para que sumemos esfuerzos que permitan brindar una atención más oportuna y eficiente en estos casos, en lugares recónditos de la geografía donde no llegan vías de acceso”, solicitó la Alcaldía.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, si alguien es mordido por una serpiente, la persona debe alejarse del animal, mantener la calma, limpiar la zona con agua y jabón, cubrirla con un vendaje limpio y seco. No intentar extraer el veneno, ni tomar analgésicos porque se podría aumentar el riesgo de hemorragia.
Y lo más importante: intente recordar las características de la serpiente para que los médicos puedan reconocerla y usar el mejor tratamiento.