Según reportó El Colombiano, se trata de un nacimiento de agua natural que empezó como una corriente hace 36 años y con el paso del tiempo se ha convertido en una piscina a la que todo niño del barrio ha ido a nadar alguna vez en su vida.
Y cómo no, si este espacio ha generado unión entre los vecinos, porque la misma comunidad se encarga de mantener la piscina en óptimas condiciones, con sus respectivas jornadas de aseo.
Así las cosas, los niños y jóvenes del sector aprovechan para darse un chapuzón cada que quieren y especialmente en esos días donde el calor se siente más.
Como en todo, hay quienes opinan que no es una práctica muy recomendada por temas sanitarios, pero quienes han crecido atesorando recuerdos de una infancia feliz allí, dicen lo contrario.
Es el caso de Luisa Vargas, una usuaria de Instagram que dio testimonio de su experiencia propia: “Yo fui una de las que disfrutó de ese espacio en la niñez, es super agradable y es verdad... las mismas personas hacen lo posible para que se mantenga adecuado”.
Así que ya sabe, en Medellín hay mucho parche por disfrutar, ¿se atrevería a darse un chapuzón en esta piscina natural?
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