¿Era necesario que le tumbaran la casa? Esa es la pregunta más difícil de resolver en este chicharrón tan berraco en el que está metida doña Luz Maritza Giraldo, habitante del barrio Mano de Dios, en el corregimiento Altavista.
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Según le contó a Q’HUBO, esa frase que dice por ahí “al caído, caerle” le queda perfecta. Y es que esta mujer de 45 años todavía no se repone de la emergencia que se registró el pasado 28 de abril, que afectó parte de su casa, y ahora tuvo que presenciar cómo la familia de su ex le tumbó uno a uno los muros, después de que el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) dejara consignado en un informe técnico que el riesgo era “medio-bajo”.
“Nosotros tuvimos que desalojar porque la inundación nos tumbó un muro. Pero el Dagrd nos dijo que podíamos construir el muro, ellos inspeccionaban y, si quedaba bien, podíamos volver a vivir. Esta semana vinimos a levantar el muro y nos encontramos con que la familia del papá de mis hijos había demolido toda la casa”, contó angustiada.
Mejor dicho, lo que no hizo la quebrada Altavista, lo hizo su exfamilia.
Las razones
Según explicó la mujer, sus exsuegros hace 16 años le dieron un lote en el que ella y su esposo, en ese momento, levantaron su casita y poco a poco le fueron haciendo mejoras. Sin embargo, debido a presuntos maltratos e infidelidades, decidieron terminar la relación y ella continuó viviendo allí con sus hijos, que ahora tienen 14, 21 y 23 años, hasta el 28 de abril, cuando ocurrió la emergencia.
Esta habría sido la oportunidad perfecta para que la familia de su expareja decidiera, según ella, “apoderarse de la casa, quitando el alcantarillado, dañando la chapa y ayer, quitando el techo y tumbando todos los muros”
Pero ahí no termina todo: sus enseres, como nevera, lavadora, base camas, un computador, colchones y hasta mercados que le dio la Alcaldía, se desaparecieron de la casa.
“Ya todo el proceso está en Fiscalía porque a mí también me amenazaron, que yo no podía venir. Antes hubo una conciliación, pero no se logró porque ellos me piden $ 45.000.000 para que me quede con el lote y la casa, pero yo, ¿de dónde?”, aseguró.
La otra versión
Mientras realizábamos la reportería en el sitio fuimos abordados por varios integrantes de la otra familia y, por supuesto, también escuchamos su versión.
Lo primero es que reconocieron que hicieron la demolición de la casa, con el argumento de que era de ellos y podían hacerlo sin ningún problema. Además, aseguraron haberle ofrecido otra casa a Maritza, pero que ella no la quiso recibir.
“Nosotros le ofrecimos una casa en obra negra, con papeles al día. Tenemos muchos problemas con ellos, nos han bandereado en redes sociales, con nombres, caras, y han venido a pelear. Además, por eso tenemos los abogados: si el juez falla y tenemos que pagar, se les paga”, aseguró Claudia Tejada, excuñada de Maritza.
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También dijeron tener guardados todos los enseres y afirmaron estar dispuestos a devolverlos.
En videos que ambas familias guardan en sus celulares han quedado algunos de los enfrentamientos que han tenido esta semana. Incluso la Policía les ha puesto comparendos.
El ambiente es tenso y muy complicado. Por un lado, los acusan de perturbación al bien ajeno y de querer dejar a esta mujer desamparada con una casa que, más que de ella, es de sus hijos. Pero, por el otro, con escrituras en mano, dicen ser los dueños absolutos del predio y de la casa.
Q’HUBO conoció las denuncias que se interpusieron ante la Fiscalía y la Inspección de Policía, con acompañamiento de la Personería y ahora habrá que esperar qué determinan las autoridades en este caso.
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