Se habla de un riesgo energético en Colombia, pero el Gobierno lo niega.
El experto ambientalista Camilo Prieto advirtió que Colombia enfrenta un panorama energético complejo, que podría derivar en cortes de energía o incluso un apagón en los próximos años si no se adoptan medidas oportunas para fortalecer la matriz eléctrica nacional.
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“La situación se agrava por los retrasos de proyectos clave en La Guajira, donde se había previsto el desarrollo de 905 megavatios (MW) de capacidad instalada para energía eólica. Los 3 proyectos no se ejecutarán en los plazos esperados, entre ellos Windpeshi, adquirido por Ecopetrol en meses pasados, y que no podrá entrar en operación antes de 2027”, destacó Prieto.
A este escenario se suma la creciente dependencia de Colombia del gas natural licuado (GNL) importado, debido al debilitamiento persistente de la producción nacional. El país aún no ha logrado incrementar su capacidad de almacenamiento de este energético, lo que genera un aumento progresivo en los costos de la energía.
“En 2025, la producción de gas ha caído frente al año anterior y, aunque las importaciones han aumentado, el suministro sigue siendo insuficiente para cubrir la demanda térmica y residencial del país. Colombia depende cada vez más del gas natural licuado importado y no está incrementando la infraestructura de almacenamiento necesaria para garantizar un abastecimiento estable. Esta limitación reduce la capacidad de importar mayores volúmenes y obliga a operar bajo márgenes críticos, lo que compromete la seguridad energética nacional”, explicó el investigador y profesor de Energía y Sostenibilidad de la Universidad Javeriana.
La combinación de estos factores vuelve altamente vulnerable la matriz eléctrica del país frente a fenómenos climáticos como El Niño, incrementando significativamente la probabilidad de racionamientos si no se toman decisiones inmediatas.
La advertencia de Prieto coincide con el análisis de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), que proyectó un déficit de energía firme de al menos 1 % para el período 2025-2026, y de hasta 4 % en 2026 y 2027, incluso si todos los proyectos previstos entran en operación a tiempo.
El sector energético insiste en que aún existe margen de acción para evitar un escenario crítico, siempre que se aceleren los proyectos de generación y se fortalezcan las capacidades de almacenamiento y diversificación de la matriz energética.
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“En la región Caribe, la infraestructura existente y la que está en construcción resultan insuficientes para transportar la generación solar prevista, lo que ocasionará recortes significativos de energía en los momentos de mayor disponibilidad. Por ello, se requiere la construcción de nuevas líneas y subestaciones que amplíen la capacidad de transmisión”, añadió Prieto.
Por su parte, el Ministerio de Minas y Energía negó que exista riesgo de apagón. Durante una visita técnica a la planta Termocandelaria, en Cartagena, la ministra encargada Karen Schutt verificó la disponibilidad operativa del parque térmico y el suministro de gas necesario para mantener la generación eléctrica sin interrupciones.
“Estamos garantizando, minuto a minuto, junto con Ecopetrol, los productores de gas y los generadores térmicos, que haya disponibilidad suficiente para cubrir la demanda energética de la región Caribe. No hay riesgo de apagón ni de racionamiento”, afirmó Schutt.
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*Redacción Q’HUBO Bogotá*
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