Familiares y amigos se dieron cita en el cementerio Jardines de la Fe, norte del Valle de Aburrá, para darle el último adiós a Isabella Mesa Sánchez, quien fue asesinada en una vivienda del barrio Doce de Octubre, en Medellín.
Lea también: Sebastián Villegas, presunto asesino de Isabella Mesa, fue enviado a prisión
La joven, de 19 años, fue despedida entre música, bombas blancas, muchas flores, una celebración religiosa y emotivos mensajes en los que, además de jusiticia, se pidió que ninguna mujer vuelva a pasar por algo así.
Sandra Milena Mesa Sánchez, madre de Isabella, tomó la palabra en medio de la velación de su hija y le pidió a las autoridades que su muerte no quede impune. Más porque Sebastián Villegas Córdoba le habría confesado el crimen a su mamá.
El féretro con el cuerpo de Isabella entró a la iglesia abriéndose paso entre la multitud y al sonido apacible de un violín. La mayoría de los asistentes vestía camisetas blancas con la foto de la víctima y con el mensaje “ni una más”.
Después, mientras el cuerpo bajaba a la sepultura, se soltaron globos blancos, que se perdieron en el firmamento.
“Mi hija le entregó su vida, sus sueños, dejó todo por nada, porque ella lo tenía todo. Ella tenía su familia, su trabajo, ella tenía todo y decidió salir corriendo y dejar todo porque se enamoró de él”, se lamentó la madre.
Sandra Milena contó que se enteró del crimen de Isabella porque la mamá del novio de su hija la contactó y le informó lo sucedido. “Me dio la noticia de que su hijo había matado a mi hija y la empacó en una maleta”, manifestó.
Recordó que su hija y Sebastián se conocieron cuando la joven tenía 13 años y con el tiempo ella se fue enamorando.
Isabella vivía desde hace 3 años en México. Allí tuvo a su hijo. Viajó a Colombia para reencontrarse con el que creía el amor de su vida, pero solo encontró problemas.
También puede leer: Ofrecen hasta $ 20 millones de recompensa por presunta responsable de la muerte una bebé en Rionegro
Según contaron sus amigos, desde el pasado sábado, cuando estaban en una finca, la pareja tuvo algunos alegatos generados, al parecer, por celos y por plata. Primero fueron discusiones y manoteos, pero el domingo pasó lo peor.
En medio de una pelea en la casa de la mamá de Sebastián, el joven de 21 años habría atacado a la muchacha, por lo menos, en 24 oportunidades con arma cortopunzante, después la amarró de pies y de manos y la metió en un costal y en una maleta.
Posteriormente, el presunto asesino se entregó a las autoridades. En las audiencias no aceptó los cargos que la Fiscalía le imputó por el delito de feminicidio agravado y un juez ordenó encerrarlo en una cárcel.