Tirado entre la manga y la calle, boca arriba, en uno de los bolsillos con una media de aguardiente a la cual le hacía falta un trago y sin signos vitales, fue encontrado el cuerpo de Diego Alberto Ríos López, la mañana del pasado sábado, al lado de la planta de tratamiento de aguas residuales San Fernando, en Itagüí.
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En un principio se rumoró que el cuerpo de este hombre de 45 años de edad había sido arrojado desde un vehículo, sin embargo, con el pasar de las horas y el avance de la investigación preliminar, las autoridades determinaron que dicha información no era verídica.
Pero eso no fue todo, en el sector también surgió la hipótesis de que era el hermano de Didier de Jesús Ríos López, alias Tuto, presunto cabecilla de los grupos delincuenciales La Raya y La Unión, pero minutos más tarde el rumor resultó siendo eso, un rumor.
Muerte por establecer
Finalmente, funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía inspeccionaron el cadáver de este conductor de camión y no encontraron heridas por arma de fuego o cuchillo, indicó el secretario de Seguridad del municipio, Rafael Andrés Otálvaro Sánchez.
Q’HUBO conoció que únicamente el cadáver presentaba un leve raspón en la cabeza y que junto a él estaba su billetera con su documento de identidad, 12.000 pesos, 1 dólar, lo que sería un vapeador, varias tarjetas y otros papeles.
Su muerte quedó por establecer y el cuerpo fue llevado a la sede de Medicina Legal de Medellín, donde determinarán las causas que acabaron con la vida de este hombre, quien sería conocido en el sector, debido a que no era la primera vez que las personas lo veían. Según un testigo, la semana pasada lo había visto por el mismo lugar donde fue encontrado muerto.
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De momento, las autoridades se encuentran a la espera del dictamen de la entidad forense, pero presumen que se trataría de una muerte natural, aunque la botella de licor que llevaba consigo fue analizada por los expertos de criminalística, para descartar cualquier otra hipótesis.
