“Ordené disponer todas las capacidades operacionales en la zona para capturar a estos criminales del cartel del Eln y por neutralizar anticipadamente cualquier amenaza contra nuestro pueblo”, fueron las palabras del Ministro de Defensa, general (r) Pedro Sánchez, y que, de cumplirse, sería la respuesta que tanto ha esperado el gobierno departamental, para que desde el nivel central ayuden a una intervención contundente que acabe la amenaza terrorista en el Norte antioqueño.
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Y claro, el objetivo principal es ahora alias Matías o Pantera, cabecilla de la estructura Héroes de Tarazá del Eln y a quien señalan como el principal responsable de la mula bomba que fue activada al paso de una patrulla militar en zona rural de Valdivia y que le costó la vida al subteniente Jhonatan Monsalve Moreno y dejó heridos a 2 militares más, 1 de ellos quien aún permanece bajo pronóstico reservado en un centro asistencial de Medellín.
Por este hecho, la Gobernación de Antioquia anunció una recompensa de 500 millones de pesos por información que permita su captura.
Retroceso
Y lo visto en Valdivia evoca épocas de violencia que se creían superadas. Hizo recordar momentos como el infortunadamente famoso burro bomba, que acabó con la vida de 11 policías, luego de que guerrilleros de las Farc accionaran la carga de 60 kilos de dinamita, en el municipio de Chalán, Sucre, el 12 de marzo de 1996.
El hecho ocurrido la tarde del miércoles en Valdivia, puso de nuevo a hablar sobre hechos que no se veían hace más de una década y que dejan serios cuestionamientos sobre la efectividad de la llamada Paz Total del presidente Gustavo Petro.
“Los bandidos se mimetizan en la población civil, no son capaces de confrontar a la Fuerza Pública, cogieron mucha ventaja de cuenta de los ceses al fuego de la Paz Total”, afirmó el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón.
¿Qué pasa en esa zona?
Alias Matías no es de ahora, es un señalado criminal que se disputa las economías ilegales en esta zona del Norte antioqueño, donde las autoridades reconocen que esta parte del departamento es un enclave criminal.
Estructuras como las disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y el Eln se mantienen en constantes confrontaciones por el control de narcotráfico, minería ilegal y la extorsión.
“Ellos son los responsables de los atentados terroristas que permanentemente hay sobre la vía, ellos son los responsables de la quema de vehículos que se presentan sobre las vías y ellos son los responsables de ese vil atentado”, precisó el secretario de Seguridad de Antioquia, general (r) Luis Eduardo Martínez Guzmán.
Martínez insistió en que debe ser el propio Gobierno nacional el que intervenga, de fondo, con una operación contundente de la Fuerza Pública, una petición que se ha hecho desde hace ya algún tiempo.
“Yo creo que si nosotros logramos que el Ministerio de Defensa vuelque la inteligencia, la policía judicial, con grupos de operaciones especiales, con comandos, con personal entrenado para hacer frente a esta clase de actos, pero que sea una operación permanente, sostenida en el tiempo y con objetivo de que hasta que no se acabe con ese grupo delincuencial no salen del territorio, podríamos decir que se le va a dar tranquilidad y que se le va a dar paz y seguridad a los habitantes de este territorio”, finalizó.
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