Nepal, un país ubicado al sur de Asia, se encuentra sumido en una crisis política y social sin precedentes, luego de que una serie de protestas llevaran al primer ministro de ese país a abandonar su puesto y escapar. Al menos 30 personas han muerto y más de 1000 quedaron gravemente heridas en medio de la fuerte represión policial.
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Las marchas, que rápidamente se convirtieron en una turba furiosa, iniciaron el lunes tras la determinación del gobierno de prohibir más de 25 redes sociales, tales como Facebook, Instagram, WhatsApp, YouTube, Linkedin y X.
Según el Ministerio de Comunicaciones nepalí, esta medida se tomó porque dichas plataformas no cumplían con las regulaciones impuestas, pero organizaciones de derechos humanos denunciaron que esto podría llevar a mayor control y represión sobre la información por parte de los dirigentes.
Por esa razón, miles de jóvenes de la ‘Generación Z’ (nacidos entre 1997 y 2012) salieron a las calles para protestar, no solo por el cierre de las redes, sino por la corrupción de la clase política, así como los ‘Nepobabys’, hijos de políticos que muestran una vida de lujos por redes sociales mientras las personas de a pie viven situaciones de desempleo y extrema pobreza.
Quemaron edificios
La escalada violenta inició el martes, cuando un grupo de manifestantes ingresó a la fuerza a edificios gubernamentales como el Parlamento y varios ministerios, ubicados en la capital Katmandú, a los que les prendieron fuego.
Paralelo a esto, el primer ministro KP Sharma Oli anunció su renuncia a través de un comunicado, así como varios ministros que, según se vio en videos publicados en redes sociales, huyeron de la capital.
Pero las protestas no pararon ahí: cientos de personas recorrieron la ciudad en busca de las residencias privadas de Oli y varios altos funcionarios del Gobierno, las cuales fueron saqueadas y quemadas. Adicionalmente, la sede del periódico más grande del país, el Kathmandu Post fue incendiado.
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La situación más delicada sucedió en la vivienda del exprimer ministro de Nepal Jhalanath Khanal, hasta donde llegó una turba de ciudadanos enfurecidos para prenderle fuego. Desafortunadamente, adentro se encontraba su esposa Rajyalaxmi Chitrakar, quien falleció horas después en un hospital producto de las graves quemaduras.
Por el momento continúan los disturbios, mientras representantes del Estado intentan crear un Gobierno interino para controlar la situación e intentar dialogar con los manifestantes.
Mientras tanto, en redes sociales comienzan a aparecer videos en los que miembros de las Fuerzas Armadas se unen a los manifestantes o los defienden de otros uniformados.
Así mismo, organizaciones como Amnistía Internacional solicitaron hacer una investigación exhaustiva sobre los procedimientos llevados a cabo por la Policía y el Ejército, ya que se han reportado denuncias de uso de munición real contra los manifestantes.
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