Al pintor Raj Kumar la vida le cambió por completo y repentinamente en el 2020 cuando se movilizaba en su bicicleta: perdió el control y terminó siendo arrollado por un tren.
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Por fortuna lograron salvarle la vida, pero para eso tuvieron que amputarle las manos, su principal herramienta para pintar.
La buena noticia es que a este hombre indio de 45 años la vida le volvió a sonreír en enero de este año, cuando una mujer que falleció ordenó donar todos sus órganos.