Una polémica sin precedentes se destapó en el Vaticano tras el hallazgo de un obispo peruano que habría roto su voto de castidad con un sorprendente número de 17 amantes, entre ellas una monja, quien presuntamente lo expuso por conflictos pasionales.
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El sacerdote implicado sería Ciro Quispe López, de 51 años, quien presentó su renuncia como obispo de Juli, en Puno (Perú), ante el inicio de la investigación por esta controvertida situación.
Además de los hechos relacionados con su vida privada, Quispe enfrenta denuncias por malversación de fondos y abuso de autoridad. Su renuncia fue anunciada por el Papa León XVI.
La noticia ha generado impacto mundial, provocando tanto críticas severas como comentarios humorísticos sobre el nuevo ‘don Juan’ de la Iglesia Católica.
Los detalles del caso han sido ampliamente difundidos en medios de comunicación y redes sociales, y la investigación continúa bajo la supervisión del Vaticano.
Mientras se inicia la investigación por su conducta, Quispe López asegura que es víctima de una campaña en su contra. Sostiene que su renuncia es “por el bien de la Prelatura”.
En un comunicado publicado en redes sociales el pasado 2 de octubre, agradeció a Dios y a quienes lo siguen apoyando, manifestando su tristeza por tener que dejar a la comunidad.
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Quispe afirma que no tiene denuncias civiles ni eclesiásticas y que se vio obligado a denunciar a quienes lo difamaron y acosaron, según sus declaraciones.
Además, el religioso está señalado por malversación de fondos y por usar sillas de la iglesia en un restaurante de pollos, del cual es propietario, lo que suma al escándalo que ha generado su caso.
De acuerdo con la periodista Paola Ugaz, quien tuvo acceso a la investigación adelantada por el Vaticano, los hechos habrían sido expuestos por una de las amantes del sacerdote, motivada por celos.
Esta mujer, que sería una monja, se habría sentido desplazada por otra amante, una abogada, y decidió revelar mensajes, fotos y videos íntimos del obispo a una tercera persona involucrada, desatando enfrentamientos entre las mujeres.
La investigación también reveló un abuso de poder por parte de Quispe, ya que muchas de sus 17 amantes tenían miedo de hablar.
Además, una empleada doméstica aseguró haber encontrado pruebas de los encuentros sexuales del obispo durante sus labores de limpieza, lo que motivó su denuncia formal.
*Redacción Q’HUBO Bogotá - Ginna Soto Gordillo*
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