En la mañana de este domingo, 12 de octubre, se conoció una triste noticia que tiene consternados a estudiantes y profesores de la Universidad de Antioquia: falleció Miguel Ángel Valencia García, el mítico vendedor de periódicos que acompañó por más de 50 años el trasegar de esa institución.
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Miguel escribió su legado a punta de tizas y tableros, esos que se veían en la entrada del Metro y de la calle Barranquilla de la universidad. Allí escribía todas las novedades de su institución, Colombia y el mundo: desde los resultados de las loterías y el inicio de las vacaciones estudiantiles hasta las noticias de las elecciones de Estados Unidos. Sí, en ese mundo de académicos e intelectuales nadie estaba más actualizado que Valencia.
Vivía de la venta del Q’HUBO y El Colombiano, pero no le importaba ‘chiviarse’ en sus propios tableros, esos que llenaba casi sin falta desde las 7:00 a.m, y hasta las horas de la tarde, cuando ya los pies no le daban para caminar.
Llegó a la universidad en 1968, luego de prestar servicio militar e intentar iniciar una carrera académica sin éxito. Empezó a vender periódicos y allí se quedó, ganándose el título de ‘comunicador eterno’ y siendo muy querido por taxistas y empleados de la UdeA, quienes le regalaban mercados y hasta el almuerzo a cambio del periódico del día. Aunque era modesto y hacía su trabajo en silencio, muchos reconocieron su trabajo y hasta gestionaron para darle un ‘honoris causa’ de la universidad que nunca cuajó.
En los últimos días, varios representantes estudiantiles y profesores de la Universidad anunciaron que Miguel estaba muy delicado de salud e iniciaron una campaña para recoger donaciones; sin embargo, poco después se conoció la triste noticia de su fallecimiento.
Desde Q’HUBO enviamos un mensaje de solidaridad y condolencia a sus familiares y amigos. Que en paz descanse el comunicador eterno de Medellín, lo vamos a extrañar.
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