Llegar a la viralidad y volverse famoso en redes sociales de manera orgánica se ha convertido en uno de los objetivos más perseguidos en la actualidad.
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Sin embargo, en el mundo existen las llamadas ‘granjas de visualizaciones’, que son usadas para aumentar las interacciones en las plataformas digitales. En las últimas horas, una de ellas fue descubierta durante un operativo policial en Brasil.
En las últimas horas se viralizó un operativo realizado por las autoridades brasileñas, en el que encontraron una granja de visualizaciones para YouTube y otras plataformas, con más de 800 dispositivos.
El objetivo de este lugar era aumentar ilegalmente la participación y el volumen de visualizaciones, alterando la popularidad de artistas e influencers y creando un éxito falso.
Las autoridades avanzan en una investigación para identificar a los responsables de la operación y determinar qué artistas, promotores o intermediarios se beneficiaron del fraude, con el fin de establecer eventuales responsabilidades penales y comerciales.
¿Qué son las ‘granjas de visualizaciones’?
Esta modalidad se puede llevar a cabo de dos formas. La primera consiste en simular teléfonos con sistemas operativos Android o iOS sin tenerlos físicamente, mediante el uso de emuladores. La segunda opción es llenar bodegas o casas con celulares reales, una alternativa considerablemente más costosa.
En ambos casos, los dispositivos son programados para funcionar de manera automatizada, con la ayuda de desarrolladores, programadores o técnicos informáticos, quienes diseñan el software que luego es instalado en los equipos.
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Posteriormente, estos dispositivos pueden ser controlados desde un panel central, sin que sea necesaria la presencia constante de una persona para su funcionamiento.
Una vez instalados los programas en cada dispositivo, desde el panel se empiezan a dar órdenes como: reproducir un video completo, ver cierto tiempo, interactuar, comentar, dar “me gusta” o seguir cuentas.
Estos sistemas están tan rigurosamente diseñados que pueden imitar el comportamiento de un ser humano, para no aparentar una actividad mecánica o robotizada.
Las personas que crean estas granjas usan múltiples IP para que la “dirección del dispositivo” no aparezca en un mismo lugar y así no levantar sospechas.
Asimismo, manejan cientos o miles de cuentas falsas o antiguas, que se activan de forma escalonada para evadir la detección.
Se manipulan métricas y se incumplen los términos y condiciones de plataformas como YouTube, TikTok, Instagram o Facebook.
Además, se engaña a otros usuarios reales con una falsa popularidad y se pueden generar fraudes publicitarios, ya que las personas contratadas por marcas aparentan tener cierta audiencia cuando, en realidad, no es así.
En caso de que una granja de este tipo sea descubierta en Colombia, los responsables podrían enfrentar cargos por acceso abusivo a sistemas informáticos, uso indebido de software malicioso o estafa y fraude informático.
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