Las autoridades españolas desarticularon una organización criminal que se dedicaba a la explotación sexual de al menos 600 mujeres al año en Madrid, Málaga y Toledo. En la investigación encontraron que las mujeres eran de origen colombiano y venezolano.
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Las víctimas vivían en cuatro casas de la red criminal, de acuerdo con las autoridades. La investigación encontró que los criminales atraían a las víctimas a través de empresas ubicadas en Colombia y en Venezuela con las que les prometían trabajos con ingresos de al menos 5000 euros a la semana, unos 21 millones de pesos.
Pero al llegar a España, la red sometía a las mujeres a reglas estrictas, vigilancia y amenazas, así como con trabajos diarios, obligadas a endeudarse con los criminales y a ceder su imagen para publicar sus fotos en páginas web para adultos. Además, las víctimas tenían prohibido engordar, cumplir estándares de belleza y de incumplirlas les ponían sanciones económicas, según evidenció la investigación.
Al llegar a las casas de la red criminal, la Policía se encontró con que las mujeres vivían en condiciones insalubres, hacinadas en pequeñas habitaciones en los sótanos.
“Estas condiciones contrastaban con la parte de la casa destinada al ejercicio de la prostitución, de la cual se cuidaba todo lujo de detalles”, aseguraron las autoridades.
La investigación se inició en junio de 2023 cuando una de las víctimas alertó sobre la existencia de la red. En total, en la operación detuvieron a 26 personas, incluidos los dos líderes de la red, además al menos 32 víctimas fueron liberadas.
También se registraron 11 apartamentos, se clausuraron cuatro casas de la red y se incautaron 40.000 euros en efectivo (175 millones de pesos), un arma de fuego con munición, diversas drogas como cocaína, marihuana, hachís y tusi, 500 pastillas para la disfunción eréctil, tres vehículos, varios dispositivos electrónicos y documentación.
