La curiosa historia de un hombre que se quedó encerrado en una discoteca de Fusagasugá y aprovechó para consumir algunas cervezas se ha vuelto viral en redes sociales.
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Todo inició el pasado jueves, 30 de noviembre, día en el que en la discoteca celebran una fiesta universitaria llamada ‘Jueves de contrabando’, donde los asistentes cancelan un cover de $10.000 y pueden ingresar el licor que deseen para consumirlo allí.
Tal parece haber sido la causa por la que este hombre se embriagó de tal forma que perdió la noción de tiempo y lugar. ¡Se quedó dormido en uno de los sofás del segundo piso del lugar, y ni sus amigos se dieron cuenta!.
Pasadas las 3:00 de la mañana, después de finalizar la rumba, los empleados de la discoteca procedieron a cerrar el lugar, pero no se percataron de que este hombre había quedado allí.
Alrededor de las 5:00 de la mañana, este sujeto se despertó angustiado al darse cuenta de que se había quedado encerrado y aunque intentó buscar una salida, no fue posible.
Se tomó unas cervecitas
Lo curioso de esta historia es que el hombre, al verse en esta situación, se echó al dolor y decidió aprovechar la oportunidad. Así que sacó su celular, puso música, se sentó en la barra y se tomó alrededor de cuatro cervezas.
Carlos Franco, propietario de la discoteca Sahara Club, donde ocurrió este hecho, le contó a Q’HUBO todos los detalles de este particular caso.
“El tipo empezó a caminar por toda la discoteca mirando a ver cómo abría las puertas, pero todo tiene candado y no pudo”, aseguró el propietario, narrando lo que quedó grabado en las cámaras de seguridad.
Pero eso no es todo, al ver que no pasaba nada, tomó la chaqueta del personal de seguridad y la acomodó como una almohada para seguir durmiendo.
Finalmente, a las 8:00 de la mañana, volvió a dirigirse hasta la barra para tomar un par de cervezas más y ahora sí llamar a la Policía para que fuera a rescatarlo.
Es así como un grupo de uniformados se ubicó a las afueras del lugar para ver lo que sucedía y contactó al dueño para que hiciera presencia rápidamente.
“Cuando me llamaron, me asusté mucho porque una persona estaba allá en el local. Me organicé rápido, llegué, abrí y de inmediato el hombre salió. Todos estábamos muertos de la risa, fue algo muy gracioso”, añadió el propietario de la discoteca.
La sorpresa se la llevaron después al ver que había varias botellas sobre la barra y revisar las cámaras de seguridad con el recorrido que hizo este hombre.
Al final, nadie pagó la cuenta de las cervezas que consumió, pues apenas logró ver la luz, se fue del lugar sin pagar.
Sin embargo, Carlos Franco destaca que esta situación le ha servido para visibilizar el lugar. Los curiosos han recurrido a las redes sociales para conocer dónde fue que ocurrió este hecho.
